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"De alguna forma derribaste todas mis barreras así que cariño, dime que siempre me mantentras verdaderamente, locamente loco, profundamente enamorado de ti".

truly, madly, deeply - One Direction

La mañana de Konoha era fría pero cálida a la vez,Naruto se despertó primer y se estiró, se levantó de la cama y apagó el despertador para no molestar a Kakashi y dejar que duermiera más, esos días el Anbu parecía no dormir tanto como antes y eso le preocupaba al pequeño rubio. Naruto tapó con la sábana a Kakashi y se dirigió ala cocina, se había levantado más temprano de lo normal.

Sacó un vaso de leche y lo puso en la mesa junto a galletas que estaban en la alacena, eran de chocolate, realmente delicioso para su paladar. Encendió la estufa y puso a hervir un poco de agua caliente para el té de Kakashi. Ese día había tenido un aueño agradable y un poco raro, se sentía tan bien consigo mismo, se sentía amado.

Lo recordaba un poco, podía ver dos personas, no, solo sus figuras, un cabello rubio y otro pelirrojo. Naruto salio y debajo de un estante sacó una caja, dentro de esa caja había un viejo dibujo, eran dos padres junto a un pequeño rubio, el dibujo era muy mal elaborado pero con un gran significado.

-¿Los extrañas?- Itachi pregunto, haciendo que Naruto diera un pequeño saltito. Debería decirle a Kakashi que él estaba aquí, pero estaba tan calmado, y dormía tan plácidamente que no quiso hacerlo.

-No puedo extrañar a personas que nunca conocí- respondió con sinceridad, guardando el dibujo en la caja-. ¿Tú extrañas a tus padres?- preguntó, sin saber si los padres del señor Itachi estaban vivos o no.

-Cada día de mi vida-.

Naruto soneió, haciéndole una seña al mayor para que no hiciera ruidos,caminando de nuevo a la mesa para poder ofrecerle galletas.

[...]

Kakashi medio despertó sin abrir sus ojos, abrazó lo que tenía al lado y al darse cuenta de que era mucho más blandito que el cuerpo de un niño se levantó rápidamente, buscando con la mirada al rubio y encontrándolo preparándose para ir a la Academia. Para la suerte de Naruto Itachi ya se había ido.

-El té está en la mesa y las barras de granola en la alacena- el niño explicó, levantándose del suelo después de ponerse sus zapatos y corriendo a despedirse de Kakashi, esperaba que revolviera su cabello como siempre pero en vez de eso unos brazos lo envolvieron con mucho cariño y cuidado, Naruto se siintió querido de nuevo, como en aquel sueño.

-Cuídate mucho- había susurrado el Hatake.

El niño sonrió con felicidad desbordante, asintiendo y soltando un "me voy" antes de salir de la casa.

Kakashi notó dos cosas.

La primera: queNaruto parecía querer llorar yla segunda: había una pluma de cuervo negro en el piso.

Cuando Naruto necesita a KakashiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora