El Gemelo de Misaki

Capítulo 27- ¿Secuestrado? ¿Encerrado? Los métodos de Ryouko

El piso de Emerald estaba muy ruidoso esa mañana. Un montón de chicas escuchaban a otra chica muy enérgica hablando, mientras reían. Kisa escuchaba interesado y preguntando de vez en cuando, Takano estaba con poca paciencia y cara de estar apunto de echarlas a todas, Ritsu se medio escondía por si al editor se le ocurría irse de allí y llevárselo con él (para desahogarse), mientras tanto Hatori mandaba miradas asesinas a todo el mundo, ya que estaba de un humor de perros tras una terrible discusión con Yoshino.

Entre ese alboroto, llegó Asaki, el cual se quedó con pokerface al escuchar “cierta voz” hablando.

-¡Y entonces Asaki se puso a llorar! ¡Fue tan lindo! Había olvidado la letra de la canción del concierto de Navidad, y se puso a llorar ahí en medio... sus compañeros le dijeron la letra y cantó con los demás mientras lloraba, todavía guardo la grabación por ahí, en casa de mis padres.

-¡Cuéntanos más, por favor, Ryouko-san! -pedían las chicas, ruidosamente, mientras Asaki se acercaba con un aura oscura hacia su hermana.

-Ryouko, qué estás-

-¡Kyaaa! ¡Takahashi-kun, eras super lindo de niñoooo! -chillan las chicas del piso, abordándolo en avalancha, mientras Asaki huye de ellas escondiéndose bajo una mesa, esquivándolas, topándose con Mino.

-Takahashi-san, ¿podrías llevarte a Ryouko-san?

La sonrisa de Mino puso los pelos de punta a Asaki, el cual asintió repetidamente con la cabeza y arrastró a Ryouko fuera del lugar, bajando hasta la sala de descanso, que en ese momento estaba vacía.

Asaki dio unos pasos hacia adentro, todavía sin cerrar la puerta, y luego se giró comenzando a hablar... siendo silenciado por los labios de la chica. Alterado se separó rápidamente de ella, exclamando:

-¿¡Q-qué haces!? ¡Déjame en paz de una vez! ¡Eres una maldita acosadora, por tu culpa me tuve que ir de casa!

-¡No fue mi culpa!

-¿¡Quién fue la que se metió en mi cama!? -le gritó, bastante molesto, mientras se frota los labios.

-¡Esto es un lugar de trabajo, hagan el favor de callarse! -exclama un irritado Yokozawa, entrando a la sala- ¡Se les oye desde el ascensor!

Asaki lo miró irritado sin decir nada, pero Ryouko no se calló.

-Tengo que hablar de cosas muy importantes con Asaki, el “osito” de Marukawa no debería meter sus narices en esto. -dijo haciendo un puchero, molesta.