12.5- Extra: La noche de Misaki

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Tras alegrarse por la noticia de que Asaki había conseguido un trabajo, de repente Misaki se vio en los brazos de Usagi siendo llevado escaleras arriba.

-¿¡EH!? ¿¡Usagi-san!? ¡Bájameeeee!

-Me falta mucho Misaki. Y necesitas un castigo por irte con Haruhiko.

-¿C-castigo...? -Misaki tiembla mientras repite esa palabra, no le daba “buenas vibraciones”.

Cargándolo así, lo llevó hasta la cama y cerró la puerta con el pie, asegurándose de que estaba bien cerrada, y finalmente se puso sobre Misaki, mientras este intentaba apartarlo.

-¡Usagi-san...! ¡Detente...!

Sin hacer caso a la estúpida petición del chico, Akihiko se quitó la corbata tirándola al suelo y le levantó lentamente la camiseta a Misaki, mirándolo a los ojos lujuriosamente, ya planeando lo que iba a hacer.

-¡Usagi-san, hablo en serio, detente de una ve-!

Lo calla con un rápido beso, abriéndose paso entre sus labios con la lengua, disfrutando de verlo sonrojarse violentamente mientras el chico seguía oponiendo resistencia, con las manos sobre su pecho, intentando apartarlo sin éxito. Separa los labios de él para luego lamerle el cuello lentamente, provocando que Misaki se estremezca, a la vez que le aprieta los pezones, haciendo así que el castaño sienta una mezcla de dolor y placer.

-¡Aaah...! ¡Usagi-san, no...! ¡Usa...!

De nuevo lo calla con otro beso, para luego sonreírle y susurrar:

-Misaki, te gusta mucho que te toque aquí, ¿verdad?

-¡Yo no he dicho eso...! ¡Aaahh...!

Se estremece de nuevo cuando Akihiko vuelve a apretar sus pezones, esta vez tirando un poco de ellos, y suelta un leve gemido cuando este los lame lentamente, haciendo círculos con la lengua alrededor de un pezón, y finalmente mordiéndolo.

-¡Nnngh...! ¡Usagi...! -se estremece- ¡Usagi-san...!

Sonriendo al oírlo gemir su nombre, baja con lentitud la mano por el pecho de su uke, hasta llegar hasta el pantalón del chico y desatar el cinturón sin problema alguno, esbozando una sonrisa triunfante al ver que ya estaba “activo”.

-Estás duro, Misaki... -le susurra al oído, mientras le mordisquea ligeramente la oreja.

-¡N-no te burles...! -protesta sonrojado, mientras intenta apartarle la mano de ahí, pero Usagi, más rápido, rodea el miembro con los dedos apretando un poco- ¡Aaahh!

-Es tu castigo, Misaki... -le susurra Usagi- Aunque, si vuelves a escaparte, entenderé que no tuviste suficiente... por lo que, por si acaso, no pararé hasta que esté satisfecho. Aunque, de paso, reuniré información...

-¡Deja tus estúpidos fetiches de escritor y-! ¡Nnnghh!

Akihiko acababa de lamer la punta del miembro de Misaki, presionando un poco, mientras lo mantenía alzado con una mano, y con la otra masajeaba lentamente los testículos del chico.

El Gemelo de MisakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora