Capítulo 38- La visita de Takahiro

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-Yuu...

-Deja de poner esa cara, no te van a degollar.

-Pero...

-Asaki, deja de lamentarte de una vez. -suspiró el dibujante- Ya te dan un trato especializado y además me han dejado entrar contigo, así que cierra los ojos y respira.

-¡Pero...! -la voz de Asaki se oía cada vez más lastimera, como si fuera a llorar.

-Después de esto iremos a comer juntos al restaurante familiar de siempre y te dejaré pedir todo lo que quieras, pago yo. Y luego veremos una película. ¿De acuerdo?

-Vale...

Finalmente, Asaki se dio por vencido y cerró los ojos, mordiéndose el labio mientras su corazón le martilleaba las sienes, realmente odiaba que le sacaran sangre. Pero con Yuu a su lado, acariciándole el cabello para que estuviera tranquilo, no sentía tanto miedo. Apenas si notó la aguja.

Los días pasaban velozmente, ya mucha gente sabía del embarazo de Asaki (prácticamente todos en la Editorial, incluso de otros departamentos lo sabían ya) y el chico ya no podía esconder de ninguna manera su barriga. Por la calle, la gente lo miraba con caras raras, como si se preguntaran si era una mujer pese a que sin duda parecía hombre. Al principio le era gracioso, pero ahora ya era incómodo. Y además el día tan odiado se acercaba. Ya habían pasado seis días desde la ecografía, por lo que Takahiro iba a llegar pronto... y lo que menos quería en ese momento era verle.

-Asaki, ¿en qué piensas? ¿No te gustó la película? -la preguntó Yuu, mientras le revolvía el cabello al menor para que bajara de las nubes- Recuerda que después de esto debemos ir a casa de tu hermano.

-Lo sé... -murmuró Asaki amargadamente, mirando de nuevo hacia el cine, acababan de salir- ¿No podemos mirar otra película e ir más tarde? -preguntó con cara de súplica, se notaba que su plan era evitar a Takahiro a toda costa.

-Tenemos un trato, ¿recuerdas? -susurró Yuu- No quieras saber lo que podría pasarte si no cumples con tu parte...

-¡Tsk! ¡Yuu tonto! -exclamó Asaki haciendo un puchero cruzándose de brazos, mientras comenzaba a andar en dirección a casa de Misaki- ¡Tonto!

Riendo un poco, Yuu caminó a su lado, Asaki era demasiado previsible para él. Como un libro abierto.

-¿Asaki?

Se quedó congelado a medio paso. Sabía que su barriga de casi seis meses era imposible de disimular, pero aún así intentó poner más ropa hacia adelante, ya llevaba dos camisetas, un jersey y el abrigo. El invierno se acercaba, cosa que facilitaba el camuflaje, pero ahora mismo ni siquiera pensaba en eso. Sólo miraba algo temeroso y a la vez nervioso a la persona que tenía delante.

-Takahiro. -respondió a modo de saludo- No esperaba llegar a la misma hora que tú.

-¿Qué te ha pasado? Has engordado, ¿o tal vez...? Pero eso es imposible... -decía el hombre, completamente sorprendido, puesto que su mujer ya había estado embarazada meses antes él sabía cómo se veía una barriga de embarazo.

-Podemos hablar de eso en casa de Misaki. -soltó algo brusco Asaki, mientras volvía a andar.

-¿Esta vez no vas a huir? -preguntó Takahiro, andando también, mandando una mirada curiosa a Yuu, el cual caminaba muy cercano a Asaki a propósito.

El Gemelo de MisakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora