MIMI
Levaba soñando ese momento desde que la vi allí tumbada bronceandose.
Y por lo visto era mutuo, creo que ya podía morir en paz.
Ahora estábamos de camino a su piso, íbamos casi corriendo, como si nos estuvieran siguiendo y su precioso culo rebotaba al correr.
Ella estaba delante mía, agarrando mi mano izquierda.
Llegamos y torpemente sacó las llaves de su bolso, abrió con ansias y me tiró con ella hacia dentro.
Abrió la puerta de su casa y al cerrar, me empotró contra la pared, besándome con ansias.
-Eh, eh, fiera- la dije alejando la un poco.
-Dios mío, lo siento si no era lo que querías- dijo separándose y bajando la mirada hacia el suelo.
-No, Ana, es que lo veo muy ¿precipitado? Solo nos hemos dado unos besos, creo que deberíamos hablar un poco más- la dije cogiendo su barbilla para subirla y ver sus preciosos ojos y agarrando sus manos.
-Si, tienes razón he sido una auténtica imbecil, perdóname- dijo acariciando mis manos con sus pulgares y mirándome a los ojos, con una sonrisa triste.
-No pidas perdón, yo también quería follar, pero es que apenas sabemos nada la una de la otra- la dije soltandome de su agarre y subiendo mía manos a sus mejillas, para acariciarlas.
-Bueno, pues vamos al salón y así hablamos, ¿si?- me dijo con una sonrisa ya más amplia- ¿Te apetece una birra o?-
-Claro, yo te espero allí-
Mientras ella fue a la cocina a por las birras, yo fui a sentarme en el sofá de su salón a esperar la.
Llego con las dos cervezas y me tendió una la di las gracias y se sentó a mi lado, cruzando la pierna derecha encima de la izquierda.
Nos tiramos varias horas conociéndonos más.
-Y mi color favorito es el morado- dijo con una sonrisa y bebiendo de su botellín.
-Guay, el mío el naranja- dije imitando sus pasos.
-Bueno, y ahora que- me pregunto dejando su botellín en la mesa, ya vacío.
-No lo sé- dije mirando a un punto fijo de su salón.
Se acercó a mi, y yo desvié mi vista de aquel sitio a ella, mirando como sus ojos cafés se oscurecian más.
Me dio un suave beso en los labios, tardé en reaccionar.
Solté mi botellín en la mesa y puse mis brazos alrededor de su cuello, ella puso las suyas en mis caderas y empezó a hacer círculos con sus dedos en estas.
Me estaba poniendo sus movimientos.
-Mimi, me gustaría- dijo susurrando en mis labios- solo si quieres-me aclaro aún susurrando- hacerte el amor aquí- dijo apoyando su frente en la mía.
No sabía que contestar la, una parte de mi se moría por follar con ella, la otra, decía que me esperase a que haya más confianza.
Tenia un dilema.
-Si que quiero- la dije- pero, creo que mejor otro día, cuando haya un poco más de confianza- la dije separandome un poco de ella.
-Esta bien- dijo calmada y uniendo sus labios con los míos.
Sabían tan bien, que me quedaría a vivir en ellos el resto de mi vida.
Nos separamos poco a poco, y quedamos en que nos íbamos a ver el miércoles, para pasar el dia juntas.
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Hermanas
FanfictionDos chicas que quieren juntar a sus hermanastras por amor. ¿Que ocurrirá entre ellas?