Hermanas

Granada

Ana se sentó a mi lado, cruzada de brazos y con el ceño fruncido.

Se la veía realmente sexy.

-Perdóname Ana, debí de decirla que estábamos saliendo- la dije mirando a su regazo y jugar con mis dedos.

-Estás perdonada- dijo todavía como se había sentado- pero, espero que hables con ella, y no vuelva a pasar, y como vuelva a pasar ya te digo que no me vuelves a ver

Me quedé callada, Gabri había sido mi amiga desde que me mudé a Madrid, compartíamos muchos gustos, literalmente.

-Te lo prometo

-Aún así estoy todavía un poco enfadada

-¿Quieres que te baje los humos?- dije mirándola a los ojos y subiendo y bajando las cejas, sonriendola.

-No sé a qué esperas

~••~

Estabamos de camino a Granada, para ver a mi familia.

Ana conducía ya que yo no tenía el carnet, y Dumbo estaba atrás, atado y dormido.

Estabamos cantando las canciones que salían en la radio.

-Tú, tú, nadie como tú, tú, no hay un sustitutu pa' ese cuerpo tuyo que a mí ya me tiene cucu en un rato te buscu, voy y te acurrucu, yeah eh-cantaba a Ana mirándola y dandola un pico al terminar de cantarla.

Estabamos entrando ya en mi pueblo, Huétor Tajar, y se podía ver todas las casas bajas, las calles estrechas y las rampas que hacían que fuese un pueblo precioso.

Era una micro ciudad, algunas partes había edificios, pero no más de 3 pisos de altura.

Llamé a mi madre para que supiera que ya habíamos llegado.

La indiqué a Ana donde era, ya que ella nunca había estado aquí.

-Es ahí- la dije señalando la casa que estaba cerca del campo- aparca en el garaje, que seguramente nos hayan dejado el hueco

Obedeció y fue hasta allí.

-¡Mamá!- grite para ver si me escuchaba-¡Daniel!- nadie salía-¡Rebe! Joder me cago en la puta

-Se habrán ido a comprar cielo, esperaremos

Asentí y bajamos del coche, para así también estirar las piernas y sacar a Dumbo.

Mis fosas nasales se inundaron de ese olor que tanto había echado de menos, ese olor que solo tenía Granada.

Ana paseó a Dumbo, sin irse muy lejos, mientras tanto yo, estaba en la puerta llamando.

Estuvimos 10 minutos esperando apoyadas en el coche, cuando un coche rojo vino hacia la casa.

Mi madre saludó por la ventana con una sonrisa inmensa, mientras Daniel aparcaba delante de la puerta.

Fui corriendo hasta mi madre y la di un fuerte abrazo, y después saludé a mi abuela, a Rebe y por último a Daniel.

Cogí a Ana de la mano y les presenté a mis padres.

-Mamá, esta es Ana, Ana esta es mi madre, Inma

-Encantada de conocerte Inma- dijo Ana acercandose nerviosa a mi madre y dandola dos besos.

-El placer es mío hija

-Daniel ella es Ana, Ana, Daniel, mi padre

-Encantada- dijo Ana sonriendo y acercándose a darle dos besos.

-Igualmente

-Abuela- la llamé para que viniera- ella es Ana

Mi abuela se acercó a ella, y la dio un abrazo y Ana la dio dos besos.