Capitulo 1 RECONOCIMIENTO

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Una mañana abrí los ojos y de inmediato me di cuenta que me encontraba en un edificio muy antiguo hecho de madera y telas, con un fuerte dolor de cabeza y en la espalda, mi mente comenzó a trabajar a 1000% haciéndome las preguntas más lógicas, las primeras preguntas que se me ocurrieron fueron... ¿Dónde estoy?, ¿porque me duele tanto la cabeza y la espalda? ¿Estoy en peligro? ¿Dónde está mi familia? ¿Recuerdo quién soy? ¿Como soy?

Lo único que me tranquilizaba era que de todas esas preguntas solo podía contestar las últimas, comencé a contestarme.

-Me llama Lion Braveheart, tengo 25 años, nunca conocí a mi madre, tengo una familia que me espera en casa, hasta donde sé, tengo el cabello negro, creo mido 1.70m, mis ojos son color miel... me detuve porque eso ya no tenía mucha importancia.

En el momento que intente levantarme para ver más a mi alrededor una chica como de 17 años no más, pelirroja, con los ojos tan oscuros como la noche, algo pequeña, así a simple vista le calcule que medía 1.55m, honestamente si me pareció muy linda, tenía una mirada penetrante pero tierna; me detuvo y me dijo.

-Tranquilo, no te esfuerces demasiado, ya estás a salvo en el campamento mestizo -

"el campamento mestizo?" -pensé- en ese momento recordé algo, vino a mi mente una voz que me gritaba diciendo -COOORREEEEE... ve al campamento mestizo, es el único lugar donde no podrás hacerle daño a nadie más-

Ahora tengo que recordar que paso antes de despertar en el campamento mestizo, como es que llegue ahí y porque sí recuerdo perfectamente que mi padre divino es Kratos....

Cada que quería recordar más sobre lo que había pasado antes de llegar al campamento mestizo, me venía un dolor de cabeza tan fuerte que casi me ponía de rodillas, estaba muy preocupado y consternado por saber que significa ese grito que escuchaba en mi mente cada que intentaba recordar más, ¿acaso había hecho algo terrible?, ¿Qué tan malo fue? Miles de preguntas pasaban por mi cabeza y entre más preguntas tenía, nuevas iban surgiendo; me levanté de la cama, harto de estar acostado todo el tiempo, me dirigí a la salida de la enfermería, cuando la chica que me estaba atendiendo corrió hacia mí, puso su mano en mi hombro muy delicadamente y me dijo en tono tierno pero severo

- ¿¿A dónde crees que vas amigo?? Aún no te has recuperado del todo, tomate este vaso de néctar y ve a la cama-

-Pero tengo que ir con Quiron, necesita saber ¿qué hago aquí? ¿Cómo es que llegue? -

- Hasta que yo no autorice tu salida; no sales- me contesto la chica muy seria y segura, en ese momento ya no me caía bien.

-Por favor déjame ir tengo que saber más... o tú sabes porqué estoy aquí??

Le conteste algo enfadado, me miró con una expresión algo sorprendida pero molesta, lo único que hizo, fue decirme.

-No sales-

!!Aaaaaaah¡¡ quería gritarle, pero lo único que hice fue regresar a mi cama tranquilamente, pero en mi mente ya estaba planeando el escaparme en la noche, a la casa grande y ver quien me pudiera dar respuestas.

Regrese a mi cama y me recosté, la verdad si me sentía un poco exhausto así que me relajé y comencé a recordar lo unico que aun tenía en mi mente, mi vida en el campamento mestizo, varios años atrás, la verdad fue un momento muy agradable y tranquilo con los hijos de Hermes, ya que en el tiempo que estuve ahí nunca me habían reclamado mi padre divino; a los hijos de Hermes les agradaba que estuviera con ellos ya que les ayudaba a cargar las cosas que ellos no soportaban, por alguna razón tenía una gran fuerza, incluso una noche les ayude con una broma que le hicimos a los hijos de Hefesto robando una máquina de vapor gigante que utilizaban para dar energía a toda su cabaña, claro, solo me necesitaban porque era el único que podía cargar la máquina, yo quería seguir teniendo amigos y su aprobación, así que la cargue y la escondimos en el bosque, fue muy divertido ver a todos los hijos de Hefesto, desesperados buscando su máquina, que buen recuerdo.

Enseguida mi mente me llevó unos años más adelante en el dia que me reconocieron, pasó justo un día antes de salir del campamento y fue muy extraño, ya que justo cuando me estaba despidiendo de mis amigos de la cabaña de Hermes, de Quirón y por supuesto de mi gran amigo Jason, que ese día, sin importar lo que le dijeran en el campamento Júpiter, fue a verme para estar conmigo en mi despedida y también para acompañarme a mi departamento que habíamos encontrado cerca de mi nuevo trabajo mortal.

Quirón se acercó a mí y comenzó a hablar en voz alta:

- Lion Braveheart, recuerdo el día que llegaste a qui 8 años atrás, no eras más que un niño asustado, lleno de preguntas; pero recuerdo que durante 3 años seguidos no parabas de hacerte la misma pregunta... "¿quién es mi padre divino?" sé que en todos estos años nunca supimos quién es tu padre divino, pero eso no quiere decir que no seas un gran y poderoso semidiós, por tus venas corre sangre de un Dios antiguo, un Dios......

Justo antes de que Quirón terminara sus palabras, arriba de mi cabeza un símbolo comenzó a mostrarse, pero parpadeaba mucho, como si le costara trabajo mostrarse, estaba seguro que el símbolo que intentaba verse era un rayo azul, por unos pocos segundos lo note, pero justo cuando pensé que un rayo se mostraría arriba de mi cabeza, desapareció... mi mente comenzó a desesperarse y mi corazón latía tan rápido que parecía que había corrido un maratón, cuando comencé a pensar que todo estaba perdido, arriba de mi cabeza apareció un símbolo, una mano con el puño cerrado de un color rojo intenso.... En seguida supe de quién era ese símbolo, me había pasado cada momento libre que tenía, leyendo todo acerca de los dioses griegos, quería saber a quién podía parecerme más. Justo cuando iba a gritar el nombre de mi padre, Quirón grito:

-Salve Lion Braveheart hijo de Kratos, dios de la fuerza y poder, hacedor de cadenas, justicia de Zeus-

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LA PROFECÍA OLVIDADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora