CAPITULO 20 DIOSES OCULTOS

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De repente me encontraba en un lugar extraño, estaba frente a una escalera muy larga que se dirigía hacia arriba, cuando levante la mirada, vi muchos edificios y estatuas antiguos que claramente eran griegos de inmediato sabía dónde estaba, me encontraba en el mismo Olimpo, comencé a subir las escaleras y entre más iba subiendo a la cima se escuchaban muchos gritos, como si una multitud estuviera discutiendo todos al mismo tiempo, en cuanto llegue a las puertas del edificio de donde se escuchaban los gritos que mas bien parecía una discusión, claramente pude ver a todos los dioses del olimpo reunidos ahí, en el centro del salón arriba de unos escaleras plateadas había un trono dorado adornado con un águila sosteniendo dos rayos en el pico, el trono tan magnífico se encontraba vacío, a su lado izquierdo sentado en otro trono no tan impresionante estaba Poseidón y del lado derecho del trono vacío estaba Hades, abajo a nivel de suelo estaba una multitud de dioses, pude reconocer a algunos, estaba Atenea, Hefesto, Ares, Apolo, Hermes, Hera, Dionisio y varios mas que no alcanzaba a reconocer, sentados en el primer escalón estaba Kratos y Bia todos magullados y con varios moretones y rasguños, en algunas heridas tenían vendas, yo trataba de esconderme detrás de una enorme columna no quería que Kratos me viera y me reconociera, todos los dioses hablaban tan fuerte, no se podía distinguir lo que decían, en ese momento se levanto Poseidón y golpeo su tridente en el suelo con tal fuerza que un gran estruendo se escucho e hizo que todos se cayeran.

--Dioses ya basta-- Grito Poseidón --Todos estamos de acuerdo en que no debemos tomar a la ligera este augurio que hemos recibido y si es cierto que Zeus muy pronto morirá debemos reconocer que los únicos candidatos para sentarse el trono como rey de los dioses, somos mi hermano Hades y yo-- se escucharon varios murmullos

--No lo creo querido tío la mejor opción soy yo-- inquirió Ares --tu y mi tío Hades ya son muy viejos, sin embargo yo... aun tengo demasiada fuerza como para defender al olimpo y la humanidad--

--Oooh querido hermano, si no pudiste vencer a Percy Jackson un simple semidiós, ¿Qué te hace pensar que eres la mejor opción? jajaja-- le dijo Apolo, todos se rieron, Ares le lanzó una mirada fulminante a Apolo.

--Reconocemos que las mejores opciones son Hades y Poseidón así que los bandos están puestos ahora solo el destino decidirá y ni los dioses están por encima del destino-- dijo Atenea y al terminar de hablar se dirijo a un lado de Poseidón escogiendo claramente el bando.

Todos los dioses comenzaron a moverse unos a la izquierda y otros a la derecha los que alcance a distinguir fue a Ares, Afrodita, Hefesto, Hermes, Kratos y algunos dioses menores, se pusieron de lado de Hades y del lado de Poseidón estaba Atenea, Hera, Deméter, Apolo, Dionisio, Bia e igual algunos dioses menores.

--Pero qué crees que haces hermanita?-- Le dijo Kratos a Bia al ver que ella estaba en el bando contrario

--Soy una diosa sencilla de complacer hermano yo lo único que quiero es violencia sin sentido, aunque signifique luchar contra mi propio hermano... y qué más da, al final todos somos familia y henos aquí formando bandos para una guerra inevitable en cuanto muera padre claro-- le dijo Bia

--Solo recuerda hermano Todo lo que no es de Zeus es mi territorio. Dicho de otro modo, tu próximo destino me pertenece.-- Le dijo Hades a Poseidón.

Se sentía un ambiente muy tenso en la sala... de repente sentí como si un aire me succionara hacia atrás, todo a mi alrededor se desvanecía y de pronto desperté.

Cuando abrí los ojos estaba acostado envuelto en lo que parecían ser vendas, todo mi cuerpo excepto mi cuello y cabeza estaban envueltos parecía una momia, mire hacia abajo y pude ver lo que parecía un altar de granito sólido, quería moverme pero estaba muy bien sujeto no entendía como no podía romper las vendas, a mi alrededor estaban lo que parecían ser varias momias vivas si es que así se le puede decir ya que sus cuerpos parecían estar muy secos y negros.

LA PROFECÍA OLVIDADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora