Capitulo 26:Amigas en quien confiar

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Karin miró a su alrededor y suspiró. A ella le encantaba cantar y a pesar de que su voz no era la más prodigiosa, siempre se había considerado una buena cantante. Por lo general los martes eran un buen día porque tenía taller de música y ahí no sólo podía admirar la belleza de Sasuke, sino que también podía cantar, y además podía estar cerca de Sasori, quien por mucho tiempo la hizo olvidarse de todos sus problemas. Pero ese martes Karin no quería por nada del mundo ir al taller.

Armándose de valor, la chica entró al aula de música y se sentó en el suelo cerca de los micrófonos. Todavía no llegaba nadie, pero de a poco fueron apareciendo. Los primeros fueron Gaara y Neji, seguidos de Kankuro y Deidara. Después llegó Hinata de la mano de Naruto, ambos sonriéndose con cara de enamorados. Karin sintió un vacio en el estomago cuando los vio tan felices y contentos estando juntos. Odiaba admitir que sentía celos de Hinata y de cómo todo le salía tan bien. Sakura se despidió de Ino en la puerta y entró también. La chica la miró, le dijo un tímido "hola" y se quedó parada en una esquina. Sasuke entró sin mirar a nadie. Estaba demasiado ocupado siento el más lindo del taller, o así lo veía la colorada. Kiba y Shikamaru entraron juntos, Shikamaru parecía fastidiado por los fuertes gritos que Kiba pegaba. Los cuatro del sonido los siguieron. Karin le dirigió a Tayuya una mirada de odio. Al igual que Sasuke, la chica no miró a nadie, de hecho pasó empujando a Sakura y se sentó en su batería para comenzar a practicar de inmediato. Temari tampoco parecía muy contenta cuando llegó. Quizás tenía algo que ver que Itachi viniera detrás de ella. Ese hecho no pasó desapercibido para Shikamaru, quien los quedó mirando, sospechosamente. El corazón de Karin saltó cuando escuchó la voz de Hidan acercarse al taller. Sólo faltaban ellos dos, él y Sasori.

Y no se había equivocado. Al lado de Hidan estaba Sasori, completamente callado y mirando a la nada con sus grandes ojos vidriosos. Hidan no paraba de hablar pese a que su voz ya no se escuchaba por los golpes de la batería de Tayuya pero Sasori no parecía estar prestándole atención. Karin dirigió sus ojos hacia el pelirrojo pero este nunca le devolvió la mirada.

Orochimaru entró y logrando que todos los presentes se sintieran mas enfadados, felicitó a Tayuya por su entusiasmo. Karin volvió a mirar a su al redor y se llevó una desagradable sorpresa. Todos tenían a alguien. Por un lado estaban los Akatsuki y por otro los del Sonido. Ella había estado en el medio pero nunca perteneció a ninguno. Naruto, Shikamaru y Kiba eran inseparables y Gaara y Kankuro parecían más unidos que nunca. Hinata y Temari de pronto se hablaban mucho y ninguna de las dos tenía problemas con ninguna de las pandillas presentes. Además Temari tenía a sus hermanos y Hinata a su primo. Sakura estaba sola en el taller pero tenía a Ino. Sasuke era el único que al igual que ella, no tenía a nadie, pero a diferencia de Karin, el no necesitaba compañía.

-Sakura – le dijo la pelirroja cuando estaban por salir del taller. La otra chica la miró, con curiosidad. – Necesito hablar con alguien y realmente no se con quien – le confesó Karin. Aquello se había sentido muy bien y mal al mismo tiempo. Sakura, por su parte, no parecía convencida.

-¿Pero conmigo? – desde siempre había existido una rivalidad entre las dos. Karin lo sabía, pero estaba en un momento desesperado. - ¿Por qué no hablas con Tayuya? Pensé que tu y ella se juntaban.

Era verdad. Karin y Tayuya eran de cierta forma cercanas. Pero Karin ya había intentado hablar con ella y la única respuesta que recibió fue un "Karin, no me importa una mierda lo que pase con tu vida"

-No. Preferiría hablar con alguien que sea capaz de entender mi situación.

Sakura miró a Karin por un par de segundos y luego asintió.

-Si quieres puedes venir a mi casa. Yo e Ino quedamos en eso… ¿No te molesta que este Ino verdad?

-Para nada – la verdad era que si le molestaba. Karin no quería sentirse como la que sobraba, pero no quería desaprovechar esa oportunidad.

Enamorado de mi Tutora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora