Conforme el tiempo pasaba, Seonghwa se creó un falso concepto de felicidad: trabajo, amigos y un gato; según él no necesitaba nada más. Los chismosos que tenía por amigos: Yunho y Mingi se encargaron de mostrarle que, por más que trate de evadirlo;...
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{. Ω .}
Un cansado y bastante agotado—De no hacer nada—Seonghwa se encontraba "dormido" en su cama, aunque realmente estaba despierto, solo que no quería irse de su suave cama ni que al levantarse y al ver la puerta de su casa estuvieran su mejor amigo y su novio solo para venir a sacarlo de su camita.
Si fuera posible el chico permanecería en su cama hasta bien entrada la noche, últimamente en lo único en lo que podía confiar era en su cama, aparte en los dos únicos amigos que le quedan y como olvidar a su gato.
Hablando del gato, ahora este mismo se encontraba en el regazo de su dueño; este último acarició el pelo de su mascota, notando que estaba húmedo y aparte su pobre gato parecía estornudar, esperen...¿Los gatos estornudan?
Bien, ahora el chico sabía que si; pero ahora se preguntaba quien había sido el monstruo que había mojado a Copito.
Si llegaba a descubrir quien había sido, sería capaz de poner una denuncia por maltrato animal, pronto el chico bajó a su gato de su regazo notando que ahora pesaba más de lo normal, de por sí su gato era gordo y tenía bastante pelo, pero ahora era aún más pesado por el agua que tenía en sus greñas como suele decir Yunho.
El chico procedió a levantarse de su cama y avanzar hasta su puerta, en la cual fue "raptado" aunque realmente se trataba de un plan de su amigo para que siguiera con su vida.
— ¡Mierda! —gritó el chico cuando sintió como dos pares de manos lo empujaban directo al baño de su pieza.
Seonghwa empezó a gritar como loco cuando cayó boca arriba en el piso del baño y este era cerrado por dos personas, ¿De qué se trataba todo eso?¿Lo iban a secuestrar o qué?
Pronto el chico cerró los ojos esperando lo peor, pero lo que no imaginaba era escuchar un par de risas de las que obviamente sabía a quienes pertenecían.
— ¡Pensé que me estaban secuestrando!¡No vuelvan a hacerlo! —exclamó el chico intentando recuperarse del susto.
— Si no hacíamos eso no te ibas a despertar —espetó el más alto de todos.
— Esperen... ¿Ustedes dos mojaron a Copito? —les preguntó el pelinegro a sus contrarios.
— Ese gato se lo buscó —entonó Mingi.
— ¿Qué les puede hacer mi pobre gatito? —el chico bajó de su cama a su gato para luego abrazarlo.
— Esto —el más alto subió las mangas de su playera hasta el codo dejando al aire el arañaso que el "tierno Copito" le había hecho momentos antes.
— ¿Qué Mingi no te podía defender de Copito? —
— Me dijo que él podía solo —dijo viendo a su novio.
