Conforme el tiempo pasaba, Seonghwa se creó un falso concepto de felicidad: trabajo, amigos y un gato; según él no necesitaba nada más. Los chismosos que tenía por amigos: Yunho y Mingi se encargaron de mostrarle que, por más que trate de evadirlo;...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
{. Ω .}
—Es aquí—dijo el rubio aún encima del automóvil.
Luego de ellos, abrió la puerta y salió del carro; tenía la intención de salir corriendo hasta la puerta de su casa lo más rápido posible.
Pero entonces su cabeza brilló y se dió cuenta de algo: ese tipo ahora sabía donde vivía.
—Que la mierda—maldijo por enésima ocasión en el día.
—De mera casualidad... ¿Los niños saben decir mierda?—preguntó burlándose.
—Pronto aprenderán, muy pronto—desapareció de la vista del mayor al entrar a su casa.
Cuando finalmente estuvo dentro de su hogar dejó salir todo el aire que tenía en sus pulmones, intentando tranquilizarse ante las buenas nuevas.
Se repitió una y otra vez la misma frase en su cabeza, tenía que aceptarlo, tenía que enfrentarlo.
Un posible secuestrador sabía dónde vivía.
Decir que estaba jodido no sería ninguna exageración, es más, podría ser un hecho.
Dejó de lado su frustración y vió a su hermana dormida en el sillón de la sala de estar, también observó dos pequeños bultos cubiertos con sábanas.
Sonrío y se dispuso a hacerse algo de comida; abrió su refrigerador y vió la pizza que no se terminaron de comer el día anterior.
Después de poner dos rebanadas en un plato de cerámica encendió el microondas con ambos trozos dentro.
Al cabo de 2 minutos se encontraba comiendo pizza y tomando un vaso de limonada.
—¿Papá?—una pequeña vocecita llamó su atención.
—Minnie, veo que despertaste—se acercó al pequeño y besó su frente—¿Cómo estás?¿Dónde está tu hermano?—
El niño no le respondió, solo movió su cabeza de arriba y señaló un bulto... ¿Vacío?
—¿Seongmin dónde está tu hermano?—se alarmó durante unos segundos para luego ver a Seokmin detrás de él—Ambos son muy inquietos—se burló.
Seokmin rió mientras que su hermano tenía el rostro serio.
Uuuf, ¿Había olvidado mencionarlo? Su pequeño solo entablaba cortas conversaciones y eso que solo lo hacía con las personas que él encontraba como "seguras".
Estaba preocupado sobre el desarrollo de su hijo; ya había consultado con una psicóloga pero no habían quedado en nada.
No tenía idea de que hacer, intentar entablar una conversación con el pequeño era lo más cercano, pero aquí otro problema: Seongmin solo movía la cabeza y decía algunas palabras.
Claro, la plática que el menor había tenido con Seonghwa no era del conocimiento del rubio; por lo que no tenía idea de que su hijo había encontrado un lugar seguro que él encontraba peligroso.
Mientras jugueteaba con sus niños muchos recuerdos vinieron a su mente.
Él presenciando los primeros pasos de sus niños, sus primeras palabras, la primera vez que lo llamaron papá.
Aquellos recuerdos vinieron con un escenario reciente.
—Un tipo desconocido me está llevando hasta mi casa, ¿No puedo ni saber si nombre?—dijo enojado en el asiento del copiloto.
—¿Seguro?—asintió, durante unos instantes vió la piel del adulto cambiar de color—Mi nombre es... Mingyu, me llamo Mingyu—
—¡Perfecto!¡Ahora te puedo denunciar por acoso!¡Dame tu apellido secuestrador!—dijo.
—¿Perdón?¡No soy ningún secuestrador!—se exaltó ante la desesperación—¡¡¡Solo un tipo que quiere ver a sus hijos reflejados en los ojos de tus niños!!!—gritó, asustando al rubio.
¿Debería tomar eso enserio?¿Esa era la verdad? No conocía todos los detalles, por lo que decidió evadir el tema en su momento.
Pero ahora que lo pensaba mejor, aquello no sonaba tan falso; tal vez ese tal Mingyu solo estaba buscando consuelo en los ojos de otros infantes.
Pero si así era... ¿Por qué?
Tal vez los había perdido, tal vez lo separaron de él, tal...
Estaban muertos...
Sea como sea, ¿Por qué tuvo que fijarse en los suyos?¿Por qué no en otros?¿Por qué justo los suyos?
¡Ja! Todo se quedaba en un tal vez.
Y así sería hasta que no obtuviera respuestas.
Tal vez ese tipo no era ningún secuestrador, tal vez esto, tal vez lo otro.
