Conforme el tiempo pasaba, Seonghwa se creó un falso concepto de felicidad: trabajo, amigos y un gato; según él no necesitaba nada más. Los chismosos que tenía por amigos: Yunho y Mingi se encargaron de mostrarle que, por más que trate de evadirlo;...
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— Y se volvió a morir —entonó el más alto de todos.
— Que bueno, por culero —dijo como había escuchado del foráneo latinoamericano que vendía esquites enfrente del edificio donde él y Yunho vivían.
— Ahí te ves —le dijo al cuerpo inconsciente de su amigo y tanto como Mingi y Yunho se largaron del departamento del mayor.
Unos minutos después Seonghwa despertó muy confundido, durante unos momentos pensó que se trataba de un simple sueño; pero se dió cuenta que no fue un "simple sueño" al ver la carpeta que anteriormente la versión detective de Mingi le había entregado dónde adjuntaba las pruebas de su supuesta paternidad.
—A chingar a su madre—el detective no fue el único que había escuchado al foráneo.
{. Ω .}
Ya habían pasado 3 semanas desde que Seonghwa se murió, revivió y volvió a morirse.
Y si se lo preguntan no, no había hecho nada por buscar a sus supuestos hijos, él mismo se había hecho una pregunta...
¿Para qué?
¿Para que su vida sea más desastrosa? No, especialmente con su trabajo; si de por sí el trabajo lo consumía y casi ni le daba tiempo para él o para sus amigos, su vida se resumía en una sola cosa: trabajo.
Pero tan siquiera tenía un sueldo estable, uno que le alcanzaba para pagar ese departamento enorme que tenía, uno que le daba demasiados lujos. Imagínense: comprándose sales aromáticas para poner en su bañera cuando estaba estresado de tanto trabajo.
Sales aromáticas que costaban £56... ¡56 euros!¡Hazme el favor!
Y ningunos niños que ni siquiera conoce o visto van a quitarle sus putas sales.
Aparte que ni tiempo tendría, bien sabía que la paternidad no solo son cosas como... "¡Mira, que bonito mi hijo!""¡Soy papá!" o "Hechele ganas hijo".
No, se supone que consiste en afecto, tiempo y gastos. Y para empezar a los únicos que les daba "afecto" eran al par de calenturientos que tenía por amigos, afecto entre comillas porque lo más afectuoso que hizo por ellos una vez fue jurgarle el ojo a Yunho con un solo dedo y a Mingi solo le había puesto sal a su café una vez en un mes.
