Ámame hasta otoño || WATTYS 2020

Futuro Cuñado

Joaquín entro a la casa unos segundos después, Emilio que seguía en la sala mientras sus familias se dispersaban por los cuartos, le dedico una mirada significativa, Joaquín recompuso su rostro tratando de que los restos del regaño de su padre no fueran visibles y sonrió como si nada hubiera pasado.

― ¿Te han dejado aquí? ―exclamó con la misma facilidad con que se había presentado antes, Emilio comprendió que el castaño no tenía intención de mencionar lo ocurrido con su padre y supuso que tampoco era de su incumbencia, así que solo asintió con una ligera sonrisa.

―Perdí a quien llevaría mis maletas y ahora no sé dónde está mi habitación. ―explicó con simpleza, Joaquín sonrió sincero.

―Anda te llevaré, tu habitación está en el tercer piso, a una puerta de distancia de mi cuarto y bien lejos del de Renata. ―exclamó señalando las escaleras para que el chico le siguiera, Emilio frunció levemente el ceño con una sonrisa curiosa, caminando hasta su encuentro.

― ¿Bien lejos? ―preguntó de pronto interesado en la distribución de estancias.

―Puede que estén tratando de casarlos, pero mi padre jamás permitiría que tuvieras oportunidad de meterte al cuarto de Ren en mitad de la noche. ―Emilio soltó una carcajada subiendo las escaleras junto al castaño y éste le miró curioso, su cabello se agito un poco y un par de rizos salieron del perfecto peinado, dándole un aire más relajado.

―De acuerdo, supongo que mi padre haría lo mismo si fuera Romina. ―aceptó sin poder evitar la sonrisa en su rostro ante la ironía de la situación, observo de reojo al chico que ahora permanecía en silencio y decidió sacarle un poco más de información. ― ¿Tus padres siempre festejan "el inicio del verano"? ―Joaquín sonrió tan solo un segundo antes de tratar de recomponer su rostro, pero Emilio lo había notado y soltó un exagerado suspiro. ―Sabía que era una tontería, nadie celebra el inicio del verano, mucho menos con una aburrida cena.

―Solo inventaron una celebración para que puedan conocerse. ―explicó Joaquín tratando de darle sentido a la situación, pero resultaba difícil cuando el mismo se había reído al escuchar la estupidez de celebrar el verano.

―Ya, pero pudieron inventarse algo más creíble, como un aniversario o un cumpleaños. ¿Quién festeja el inicio de una estación? ―Joaquín sonrió mientras daban vuelta en el pasillo para llegar a las siguientes escaleras. ―Lo ves, ni siquiera tú lo tomas en serio.

―Nadie aquí lo toma en serio, pero fingimos que sí. ―explicó divertido. ―Tomó lo bueno de lo malo.

― ¿Qué hay de bueno en esto? ―preguntó Emilio al detenerse frente al que suponía sería su cuarto por esos días.

―Me gustan las cenas, me dan la oportunidad de usar trajes como éste. ―señalo sonriente.

―Traje que tu padre te pidió cambiaras. ―Joaquín se tensó un momento y Emilio se sintió estúpido por recordarle aquello, pero estaba molesto con toda la situación.

―No será la única cena, ya tendré oportunidad de usarlo. ―murmuró tratando de no darle mayor importancia. ―Y también están los postres, habrá un maravilloso pastel de chocolate con frutos rojos encima. ―añadió rápidamente para evitar el tema de su ropa, la intención de ver el lado positivo en todo puso de mal humor a Emilio.

― ¿A quién demonios le importa el jodido pastel? ―exclamó enojado, no quería ver el lado bueno de nada. ―Es fácil para ti porque no estás aquí como moneda de cambio. ―Joaquín le fulmino con la mirada, solo estaba tratando de ayudar, no tenía que tratarlo así.

―Créeme, nada de esto es fácil para mí, Renata ni siquiera ha cumplido la mayoría de edad, no debería estar buscando un marido y mucho menos uno mayor que ella. ―Emilio se quedó callado unos segundos sin saber cómo responder a eso, estaba claro que el mayor de los hermanos Bondoni no estaba de acuerdo con los planes de la familia. ―Como sea, tu habitación es esta y tus cosas ya deberían estar dentro, la cena será dentro de una hora. ―murmuró dándose la vuelta para ir a su habitación, dejando a Emilio con la sensación de que le había hecho enojar con su negatividad, el chico solo había tratado de darle una mejor perspectiva de la noche y había logrado todo lo contrario.