𝗛𝘆𝘂𝗻✧𝗺𝗶𝗻
#♡Dos almas heridas en busca de una solución, buscan amarse sin importar las circunstancias de por medio.
¿Puedes abrazarme durante la noche?
Pon tu labios sobre mi
¿Puedes ser mi primera vez?
Cómeme como pie de manzana
Hacer que no...
Hwang Hyunjin nunca fue amado. O, al menos, nunca como él lo necesitaba.
No podía precisar el momento exacto en que todo cambió. No sabía si fue un instante, una sucesión de hechos inevitables, o simplemente el peso acumulado de los días. Pero allí estaba, atrapado en una certeza que le quemaba por dentro: aquello se sentía jodidamente bien y, al mismo tiempo, devastador.
Seungmin era un enigma. Un huracán silencioso que había arrasado con cada muralla que Hyunjin se había empeñado en construir. ¿Qué tenía él, qué fuerza indescriptible lo hacía diferente? ¿Qué lo hacía tan... ineludible?
Con Félix todo era fuego y cenizas. Un juego peligroso donde la adrenalina corría como un río furioso, pero siempre terminaba en caos. Félix lo hacía arder, pero no de la forma correcta. Sacaba lo peor de él: la ira, la inseguridad, el deseo de destruir antes de ser destruido.
Seungmin era la calma después de la tormenta. La tierra firme cuando todo parecía desmoronarse.
Hyunjin sabía que estaba lejos de ser perfecto. Era un desastre. Un alma marcada por errores y dudas que lo seguían como una sombra persistente. Pero quizá, pensaba ahora, la verdadera raíz de su tormento era Félix. Porque Félix lo había desgastado, había alimentado sus peores demonios.
Entonces, ¿qué habría sido de él si hubiera conocido a Seungmin antes? Antes de las cicatrices, antes del desorden. Seungmin, con su mirada tranquila y su voz serena, parecía tener un don: el de sacar lo mejor de él. Lo que Félix nunca había podido –o tal vez nunca quiso– ver.
¿Cómo pudo ignorarlo? Subestimarlo.
Seungmin no solo era diferente. Seungmin era todo lo que estaba bien.
Con él, Hyunjin no solo sentía paz, sino algo más profundo, algo que nunca había experimentado. Seguridad. Amor.
Pero ahora que lo sabía, la pregunta lo consumía: ¿era demasiado tarde para dejarlo entrar? ¿Podía realmente dejar atrás todo lo que Félix había destruido para construir algo nuevo con Seungmin?
La respuesta estaba tan cerca que casi podía tocarla, pero Hyunjin no estaba seguro de si merecía alcanzarla
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.