4. Una luz en mi oscuridad-Mewgulf (Terminada)

Capítulo cinco

Luego de dejar a Gulf en frente de la Facultad de Psicología, Mew se dirigió a la suya.

-Hey amigo, espera- escuchó tras de sí.

-Ah hola Kaownah...creí que ya estarías dentro.

-Oh es que me quedé dormido, no todos somos tan responsables como tú...bueno y dime, ¿qué tal con tu chico especial"-preguntó este haciendo un gesto con sus dedos a ambos lados de su cabeza, simulando las comillas.

-Gulf es genial-sonrió.

-Oh vaya, así que genial.

-Si, realmente es sorprendente...la verdad confieso que estaba un poco asustado cuando me presté para hacer esta práctica pero creo que ha sido una de las mejores decisiones de mi vida.

-Oh vaya, así que mi amigo el superman del altruismo está muy feliz.

-Si, si lo estoy.

A lo largo de la mañana, tanto Gulf como Mew no pudieron evitar pensar el uno en el otro, la primera impresión les había marcado y en su interior sentían que algo nuevo había comenzado a nacer.

Ambos creían que era amistad por su puesto pero además, en el caso del estudiante de Trabajo social, también sentía una gran admiración y una confusa e irremediable atracción por Gulf.

Esa primera toma de contacto con el mundo universitario fue muy gratificante para el moreno pues le fue mucho más fácil de lo que tenía en mente pues a parte de que el programa le había proporcionado un ordenador de última generación y que el profesorado era muy atento, sus compañeros lo ayudaron en todo momento.

En la hora de la comida, este se dirigió al comedor común junto con algunos de los chicos de su clase, los cuales se ofrecieron amablemente a acompañarle, aunque cuando estaba a mitad de camino, estos se toparon con el compañero de habitación de este.

-Oye, ¿Acaso no te dijeron que debías esperar a tu guía?-Habló Mew tocándole el hombro.

-Oh, bueno...la verdad es que quería aprenderme el camino por mi mismo y bueno no quería molestarte...sé que tendrás cosas importantes de las que ocuparte-dijo el moreno algo avergonzado.

-Lo importante lo tengo delante...así que chico valiente, déjame ocuparme de ti, ¿Ok?

-Ok-Gulf asintió conforme.

-Bien, ¿Tienes hambre?.

-Oh por supuesto, estoy hambriento...me comería un mamut-bromeó el moreno frotándose la panza.

Mew rió.

-Bueno, te prometo que haré lo que esté en mi mano para conseguirte comida, aunque creo que hoy tenemos guiso en el menú pero no me parece que la carne sea de mamut.

Gulf rió también.

-Bueno si es de ternera o cerdo también me vale.

Luego de llenar sus estómagos y interactuar un rato, todos los estudiantes volvieron a sus respectivas facultades.

Mew volvió a acompañar a Gulf hasta la puerta de la suya.

-Bien, me voy, ¿Desde aquí puedes ir tú solo, verdad?

El moreno asintió.

-Si, claro... no te preocupes me las apañaré- dijo este desplegando su bastón.

-Ah y acuérdate de que a la salida debes esperarme-habló su compañero y guía-...no te vayas tú solo...esto será peligroso mientras no estés habituado, ¿Me has entendido, chico valiente?

-Si, lo he entendido.

Sin saber porqué Mew sintió la imperiosa necesidad de hacer algo que nunca creyó hacer a otro chico que no fuese su pareja, se inclinó y le beso la mejilla.

-Ok, me voy Gulf.

-Hasta luego.

Mientras que iba caminando hacia su aula, el asombrado moreno fue tocándose la mejilla y tras llegar a su lugar, se sentó y a continuación soltó un profundo suspiro en medio de su sonrojo.

-Mew...