El domingo en la tarde, Mew hizo su maleta nuevamente y tras despedirse de su madre, subió al coche con su padre.Durante todo el viaje apenas cruzó cuatro palabras con él pues a pesar de este era un buen hombre, era muy reservado.
El recorrido le dio para pensar en la conversación que había mantenido con su madre y también pensó en Gulf y en las inmensas ganas que tenía de verlo de nuevo.
Cuando al fin llegó al campus, éste se bajo del vehículo y corrió hasta el condominio, donde muy emocionado subió las escaleras hasta el segundo piso.
Sacó su llave del bolsillo, tras al llegar frente a la puerta y la abrió con una gran sonrisa, la cual decayó al encontrarse la habitación totalmente vacía pues Gulf todavía no había llegado.
Durante horas lo esperó con mucha impaciencia, realmente no sabía el porqué de sentirse de ese modo, eso era nuevo para él pues ni siquiera al comienzo de su relación con Art, había estado de esa manera cuando se separaban.
Ya oscurecía cuando tras haber dado múltiples vueltas por la habitación, angustiado por la tardanza del moreno, este se apoyó en una de las paredes y soltó un profundo suspiro.
-Por favor, chico valiente... regresa, vuelve a mi.
Unos minutos después, este escuchó ruidos en la puerta y acto seguido vio aparecer a Gulf.
-Chico valiente-dijo soltando un suspiro de alivio.
El moreno sonrió al escuchar la voz de este.
-Mew
Rápidamente el guía se acercó siguiendo un impulso y lo abrazó con fuerza.
-Que bien que hayas llegado, te extrañé mucho.
Gulf volvió a sonreír tras escuchar eso y también lo abrazó con fuerza.
-Yo también te extrañé.
Durante unos minutos, se mantuvieron abrazados, respirando el aroma del otro, escuchando el latir de sus desbocados corazones, sonriendo felices de reencontrarse.
ESTÁS LEYENDO
4. Una luz en mi oscuridad-Mewgulf (Terminada)
FanfictionGulf es ciego desde los diez años, cuando un fatal accidente lo dejó huérfano y sin visión. Criado junto a su abuelos y tras rechazar en dos ocasiones implantes oculares, luchará por superarse y conseguir sus ansiados sueños. A sus dieciocho años, e...