Gulf es ciego desde los diez años, cuando un fatal accidente lo dejó huérfano y sin visión.
Criado junto a su abuelos y tras rechazar en dos ocasiones implantes oculares, luchará por superarse y conseguir sus ansiados sueños.
A sus dieciocho años, e...
Era el fin de las vacaciones y Mew pronto se iría lejos.
...-Vas a olvidarte de mi, lo sé.
-No digas tonterías Art...el que yo me vaya a la Universidad y tú te quedes aquí no cambiará nada, te quiero y jamás me olvidaré de ti, mi principito.
-Soy un idiota y si te hubiese hecho caso, yo ahora también estaría por irme contigo pero en cambio debo repetir el maldito curso.
-Hey tranquilo, estudia mucho y el año que viene irás, ¿De acuerdo?
Art asintió.
-Te quiero mucho
-Y yo a ti, principito.
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Tres meses después
Las cosas entre Mew y su novio no iban como había pensado pues con el tiempo, este se volvió inseguro y posesivo.
Art lo llamaba a todas horas, le rogaba que volviese, que no podía vivir sin él, dejó de ir a clase y apenas comía.
Era tal su obsesión que una noche tras escaparse de su casa, se presentó en el condominio y llamó a la puerta de este, golpeándola y llamándolo a los gritos.
Rápidamente Mew le abrió y se lo encontró llorando.
-¿Qué haces aquí a esta hora de la noche?, ¿Por qué haces esto?
-Mew vuelve conmigo, deja esta estúpida Universidad.
-Por favor Art, regresa a casa...tus padres estarán preocupados.
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-¡No maldita sea!, ¡Me importa una mierda!, ¡Lo que pasa es que estás con ese! ¿verdad?-gritó señalando al compañero de cuarto de Mew-¡Quieres dejarme por él!
-Shsssss... no grites así por favor, vas a despertar a todos.
Art se tiró al suelo de rodillas y rápidamente este lo levantó.
-Ven, salgamos fuera y hablemos.
Tras llegar al portal del edificio, ambos se sentaron en la escalera.
