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Ocho meses atrás...


Grabación policial del relato por parte de Dylan Cabello.


___ Muy bien Dylan. Si no quieres hablar, estará muy bien ¿ok? Esto es solo un protocolo para archivar el caso. No estás en obligación a...

___ Está bien. Quiero hacerlo, Alejandro Cabello me empezó a golpear cuando tenía cinco años, ese día no recibió el ascenso que deseaba y como mamá había salido él hizo conmigo lo que quiso diciendo que alguien tenía que pagar y en ese momento era yo.

El relato siguió y con ellos los años de tortura por golpes y maltratos tanto físicos como mental estaban dejando una línea increíblemente fuerte con el joven. Los oficiales asentían con una mirada llena de lástima por todo lo que él tuvo que vivir a manos de aquél hombre tan disfuncional y más lástima les daba saber que Alejandro no pagó todo lo que hizo, simplemente había muerto por no resistir una segunda operación en su cabeza.

___ Bien Dylan. Muchísimas gracias por hablar con nosotros, su madre lo espera afuera por favor acompañe a mi compañero, lo llevará con ella.

Una vez Dylan salió del cuarto de interrogación el oficial soltó todo el aire que tenía retenido. Había hablado al privado con su compañero una vez la historia de Dylan había culminado, le había dado la tarea de hablar en privado antes con la madre del chico. A leguas se veía sus problemas, los fantasmas del pasado aún no lo habían dejado y temía que al contarles absolutamente todo si sufrimiento de principio a fin había liberado lo que con tanto afán el trató de ocultar con lo más profundo de su cerebro.

La delgada línea de la cordura de ese chico estaba en peligro y necesitaba con urgencia ver a un psiquiatra junto a un psicólogo. Lo que él tenía a simple vista no se veía grave, pero nadie debe jugar con el cerebro humano ni lo que podría hacer con el daño suficiente.

•••

Luego de aquél día finalmente cerraron el caso Cabello y dijeron en paz a la familia. Ellos tenían derecho de empezar nuevamente y el primer error de Sinuhe había sido no tomar el consejo de aquél oficial como se lo imploró, el hombre le había dicho todo lo que ellos habían notado en la declaración del menor y casi le había rogado para que lo llevase con un profesional por precaución pero Sinu pensó que ellos solo exageraban y no hizo nada por él a pesar de haberlo visto tan extraño días después.

___ ¿A dónde vas hijo?

___ A ver a Camila a la clínica. Me hace falta verla mamá, la extraño ___ ella sabía que mentía. Dylan llevaba saliendo un par de semanas y llegaba a altas horas de la noche con la gorra y aquella extraña ropa que llevaba en el bolso junto con él

El segundo error de su madre fue no haber indagado más en los pasos de su hijo. Cometió el error de no ver más allá de sus mentiras y sus ojos apagados como nunca antes lo había visto, la cordura del muchacho caía día con día y se refugiaba en el recuerdo de su hermana menor. Ella no sufrió como él, era el orgullo y la princesa de su padre. Él no le había hecho daño a ella y todo lo pagaba con él por ser el hombre y a la vez una mujer, porque eso se sentía.

Entonces sus pensamientos caían en cuenta que su vida habría sido más fácil si fuese Camila. Alejandro la quisiera sin importar que sea lesbiana, todos estuvieran orgullosos de ella sin importar cuánto se equivocara, todo sería más fácil si ella fuera Camila Cabello.

Su mente día con día estaba decayendo y Sinuhe no pudo ni quiso notarlo cuando aún había tiempo.

Dylan cabello dos meses después de mantenerse en contacto con la única persona que podía alejarla de aquella pesadilla así sea solo por mensajes había empezado a beber hormonas. Él quería ser lo que siempre debió ser y estando ella casi muerta podría tener su oportunidad, no pensaba perderla, Lauren le escribió nuevamente preguntando si estaba y Dylan sonrió levemente. Solo ella la veía como lo que en realidad era, como lo que siempre debió ser.

Ser tú - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora