.-* La fuente de los deseos *-.

Capítulo II: las cosas se lían

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Y como dijo Vegetta, todos llegaron puntuales a casa del ex-alcalde, el cual se encontraba en su cocina sirviendo unas bebidas mientras platicaba con Luzu y Willy, los cuales sacaban unos aperitivos del refrigerador.

-¿Y como van con la planeación de la boda?- preguntó el de gorra verde mientras le daba un mordisco a uno de los sándwiches que Luzu tenía en el plato, el cual apartó al ver la acción del contrario.

-Le estamos dando muchas vueltas al asunto de la misa, porque aunque Mangel y Rubius quedarán en buenos términos y tengan una bonita amistad, no estamos seguros si queremos que nos case él- le respondió el pelirrojo con una mirada de preocupación, ya tenía un mes comprometido y aun no podían ponerse de acuerdo como sería su boda.

-Es mejor que le pidan a Merlon que los case, aparte de Rubius, el es el único con el poder de presenciar una boda- informó Luzu a sus compañero.

-Esa es una buena idea, así Rubius podría estar de invitado y pasarla bien con todos nosotros- Willy término de servir las gaseosas en los vasos con hielos para montarlos en la charola que tomó Lolito.

Lolito los miro con un poco de duda, no sabía cómo terminaría siendo su boda, más cuando ni él estaba seguro si de verdad quería casarse con su actual pareja, tenía muchos sentimientos encontrados, no quería lastimar a Mangel pero necesitaba terminar algunos asuntos pendientes con cierta persona.

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Mientras tanto en el jardín, los demás chicos disfrutaban del sol y el aire fresco del día sentados en los sillones que Lolito tenía al lado de la alberca, ya habían empezado a trabajar sobre la planeación del viaje y sus responsabilidades como: ¿Quien llevaría la comida?, ¿Quién se haría cargo del mapa?, o ¿Como terminara el viaje?

-Pongan atención chicos, es importante que terminemos de repartir las tareas para el viaje, debemos acabar antes de que anochezca- se quejó Luzu al notar que dos de sus compañeros se estaba distrayendo.

-Ya sabemos que vamos hacer Luzu, déjanos divertirnos un rato ¿Si?- le propuso el chico búho quien tenía sujeto de la cintura a Alexby, el cual se dedicaba a observar la nueva mochila que su compañero había conseguido.

Era una costumbre de ellos contarse todo, pasaban la mayor parte del tiempo juntos, así que las bromas afectivas no les eran del todo raro, Fargan y Alexby decían que tenían una bonita amistad, casi como hermanos, aun cuando en sus ojos se llenan de brillo en cuanto se miran.

-¿De verdad es muy importante que le demos tantas vueltas a este asunto del mapa?- cuestiono Alex mientras se recargaba en el pecho del más grande, quien posicionó su mentón en la cabeza de este y apretó más su agarre.

-Porque luego no planeamos correctamente y tenemos varios errores- respondió Vegetta quien no dejaba de ver sus notas, tomo un gran bocado de aire y volteó su mirada hacia sus amigos- como por ejemplo la vez que tuvimos la misión de ir a buscar al armero, y por no analizar la zona donde iríamos, casi lo perdemos, así que si, por eso tenemos que darle tantas vueltas a este asunto- terminó de explicar con tono irritante.

-No fue para tanto Vegetta, solo unos cuantos rasguños y moretones- explicó Lolito al llegar con los refrescos, detrás de él venían Willy y Luzu con los emparedados, los cuales dejaron en la mesa del centro a lado de las gaseosas y se sentaron en el sillón, Lolito tomo asiento por un lado de Mangel para después entregarle un vaso.

-¿Rasguños?¿Moretones? El pobre hombre llegó con el tobillo lastimado porque Doblas no se dio cuenta en qué momento se cayó en una grieta- exclamó Vegetta apuntando al ojiverde, el cual empezó a toser sin control por culpa del emparedado que tenía en la boca.