Capítulo XI: I missed you honey #1

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La cueva tenía muchos pasadizos, algunos con conexión a otros y unos sin salida, tal como un laberinto.

-¿Cuánto tiempo llevamos perdidos?¿No sería mejor picar y ya?- Alexby ya empezaba a desesperarse de tanto caminar sin rumbo.

-No debemos picar nada de esto, es un lugar sagrado para los del pueblo- contestó Luzu quien iluminaba el camino con su antorcha, era cierto que no tenían que picar nada cerca del templo, pero no le estaba pareciendo mala idea.

-¡Joder Luzu, entonces nunca vamos a salir de aquí!

-Tranquilo Alexby, si quieres quédate aquí en lo que veo este camino, así descansas un poco.

Alexby dejó salir un suspiro y se tiró en el piso mientras veía como Luzu caminaba hacia delante, se recargo en la pared de roca y abrió su mochila para sacar algo de comer, al meter su mano y sacar la manzana su cara tomó el mismo color que está al recordar lo sucedido aquella noche, aun no podía creer que por fin le dijo sus sentimientos a su compañero de trabajo, tantas semanas guardando el secreto y por fin ya no tener que disimular.

Una grande y hermosa sonrisa se le dibujó en su rostro al tener las imágenes de ellos dos juntos, compartiendo momentos y poder probar sus dulces labios, pero el gesto cambió a una cara de tristeza y preocupación, no podía creer que por fin podía ser feliz con Fargan y ahora tenía que lidiar con su problema sin dañarlo a él, tenía que encontrar una solución y rápido.

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Del otro lado de la cueva se encontraba Vegetta con Lolito y Fargan, estos últimos haciendo enfadar al pelinegro con las tantas preguntas y tonterías que le hacían, no sabía cómo los podía soportar a este par de payasos, pero prefería ir con ellos que tener a su osito a un lado de él, no quería tener ningún incidente, empezó a notar que su cuerpo se debilitaba cada vez que lo tenía cerca y no pensaba claramente.

-Oye Vegetta ¿Qué tanto piensas?- el pelirrojo se le acercó por un costado para ver mejor su rostro, Fargan hizo lo mismo pero del lado opuesto.

-Nada que les interese chicos.

-Vamos Vegetta, cuéntanos tus más oscuros secretos- dijo con tono divertido, era raro verlo tan metido en sus pensamientos, siempre se la pasaba gritando y regañando.

-¿Que esconderás en tu sucia mente?¿Acaso pensabas en alguien?- insinuó Lolito lanzándole una mirada traviesa a Fargan, este sonrió al entender las preguntas de su compañero.

-Si Vegetta ¿Quien es esa persona que te atormenta en las noches de soledad? ¿Quién te ha robado el corazón y te lanzó una maldición?- dijo con voz picara el mayor de los tres mientras pasaba su brazo por los hombros del pelinegro y lo apretaba hacia él, a lo cual Vegetta frunció el sueño.

-Tus ojos no nos engañan, puedo ver ese hermoso brillo de ilusión y desespero que solo le da a los enamorados- Lolito se recargó en el pelinegro mientras posicionaba sus manos debajo de su mentón y pestañeaba unas cuantas veces de forma risueña.

-Haber chicos- dijo Vegetta parando en seco y cerrando sus ojos- mis asuntos no son sus asuntos, así que dejen de molestar- siguió caminando sin voltear a ver a sus compañeros- y si hubiera alguien en mi vida, ustedes serían los últimos en saber.

Los chicos vieron caminar a Vegetta mientras decía esto último y al terminar la frase se voltearon a ver con una sonrisa de felicidad al entender que si había alguien en la vida de su compañero, la pregunta era cómo le sacarían el nombre de esa persona.

-Por amor a Dios! No seas así con nosotros, solo queremos ver si te podemos ayudar- dijo Fargan acercándose de nuevo al pelinegro.

-Gracias Fargan, lo tendré en cuenta- dijo Vegetta sonriendo de forma desinteresado mientras seguía viendo los túneles para elegir por dónde ir.

.-* La fuente de los deseos *-.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora