Capítulo VI: ¿Serías capaz?

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Con algo de esfuerzo y un poco de sueño, Fargan empezó abrir poco a poco sus ojos y a moverse en su cama, dando un ligero bostezo se giró para quedar enfrente de Alexby, el cual aún se mantenía dormido. Nunca lo había visto dormir tan pacíficamente al menor, en ese último mes le había tocado verlo muy desanimado en la comisaría por las tantas pesadillas que tenía en las noches.

Fargan no pudo aguantar las ganas y con un ligero movimiento paso su mano por la frente del peli negro quitando los mechones que le tapaban el rostro, bajo su mano suavemente por la mejilla de este, sintió la calida y tersa piel blanquecina debajo de sus yemas. Aún no sabía cómo fue que se enamoró de su mejor amigo, le gustaba todo de él, cuando lo tenía cerca tenía la necesidad de cuidarlo y protegerlo de cualquier cosa.

Siguió acariciando el rostro de Alexby hasta que llegó a sus labios, una terrible necesidad de probarlos empezó a tomar control de él, con su pulgar preciono ligeramente el labio inferior, tenían un color carmesí que los hacía muy apetecible a la vista de quien los tuviera enfrente. El menor se removió un poco al sentir la mano de Fargan contra su piel, el chico búho pudo volver a la realidad para quitar rápidamente su mano y alejarse de Alexby, sin pensarlo salió de la casa de campaña y se dirigió al lago que tenían a un lado del campamento, tenía que tranquilizarse para no cometer algún error.

-Pero bueno Fargan! ¿Qué haces tan temprano aquí afuera?

-Eso mismo te iba a preguntar yo Vegetta- dijo mientras se limpiaba la cara con el agua del lago.

-Pues ya sabes que me gusta disfrutar del amanecer y de la tranquilidad, aparte que necesitaba acomodar unas cosas antes de irnos ¿A ti que te tiró de la cama?

-El mismo problema de siempre, no podía ordenar mis pensamientos y quise tomar aire.

-Osea que aun no te declaras a Alex... ¿Y cuándo lo harás?

Fargan miró a su amigo para después tomar asiento en la orilla del lago, este solo lo miró y dejó lo que estaba haciendo para acompañarlo.

-Aún no se como decirle que me gusta, primero quiero estar seguro si yo le gusto a él antes de hacerlo.

-Pero si ya lo sabes, me contaste que se te declaro la otra noche ¿O no?

Y entonces Fargan recordó lo qué pasó hace dos semanas...

————————————> Flash Back <———————————

*Comisaría de Karmaland*

-¿Aun no terminas con esos papeles?

-No macho, parece que se multiplican y no se acaban nunca.

El chico búho se acercó al escritorio del menor y se posicionó a un lado de este, se inclinó un poco para observar los papeles que Alexby sostenía, vio como firmaba unos y leía otros sin detenerse. Él sabía que el bueno para los informes era su amigo, pero algunas veces desearía poder ayudarle con algunas de sus tareas, sin importar cuanto le insistiera no lo dejaba tomar ninguno de sus trabajos.

-Yo creo que fue suficiente por hoy, es mejor que nos demos un descanso.

-No puedo Fargan, esto lo tengo que entregar esta semana.

-Lo se, pero cansado no lograrás avanzar, mejor vamos a cenar y por unos tragos al bar ¿Si?

Alexby lo pensó por unos segundo, suspiro y se levantó de su asiento para poder tomar sus cosas, era cierto que llevaba varias horas firmando papeles tras papeles, así que una rica cena no le caería nada mal.

Los muchachos llegaron al restaurante del pueblo, pidieron la cena sin dudar pues tenían el menú memorizado por las tantas veces que habían comido ahí. Charlaron, comieron, rieron y disfrutaron de la rica cena, después de pagar la cuenta y de salir del restaurante se dirigieron al bar de al lado.

.-* La fuente de los deseos *-.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora