Julie se pone de pie de inmediato al ver su acción y lo mira perpleja.-¿Pero qué haces?
-No te llevaré... No te irás. ¡No así! Hablaremos sobre esto primero.
-¿Y a ti que te importa si esto me afecta o no? ¿Qué importa lo que yo opine? No soy quien para juzgarte, no te conocía Marcos. -Gime y se muerde el labio para detener un sollozo- Estás en todo tu derecho de tener una vida, una historia antes de mí, yo también la tengo créeme. Lo injusto y lo que sí me molesta, es que hayas permitido que por mi tristeza, dejases que esto sucediera. ¡Esto no está bien! No es correcto.
-Julie... -El ladea la cabeza y su mirada demuestra angustia total. Ella le gusta, por increíble que suene y por el poco tiempo que tiene de conocerla, le atemoriza perderla de esta manera cuando todo apenas comienza- Las cosas no son como tú piensas.
-Sí. -Enfatiza- Las cosas sí son como pienso. ¡Esto está mal! Yo no vine a Italia para esto. Vine para despejar mi mente, para librar a mi corazón de penas. No para involucrarlo en otras, y mucho más delicadas.
Marcos traga saliva con fuerza al sentir el nudo en su garganta otra vez. Tiene miedo.
Ella le está haciendo ver que lo que han hecho de cierta forma está mal. Sobre todo, para ella.
No la está dejando en una buena posición. Y puede entender claramente su enojo y su malestar.
Pero él es terco, y no le importa el tiempo que tienen de conocerse, Marcos quiere y le hará ver que está equivocada y que todo está predestinado a ser.
A pesar de todas las contras.
Lo que siento cuando estoy con ella no puede ser un error. No, no puede ser.
-No importa a lo que hayas venido. Ni las razones por las que estés aquí. -El protesta después de analizar la situación- Te conocí, me conociste, nos gustamos y esto paso. ¡Punto! -Espeta- Tú haces que lo que estoy apunto de hacer en unas cuantas semanas, sea menos estresante para mí. Haces que todo esto sea menos doloroso.
-Marcos...
-Admite que haberme conocido ha hecho menos dolorosa tu fallida relación. -Dice en un hilo de voz mientras se acerca de manera sigilosa- Admite que conmigo no piensas en nada más, como yo admito que estando contigo nadie más existe para mí. -Suspira- Nadie más que tú.
Julie toma asiento en la cama nuevamente y controla su respiración agitada. Sabe que nada de esto tiene sentido, que no está bien. Pero también sabe que Marcos no se equivoca al decir que estando a su lado nada más existe para ella.
Nadie más.
Su mundo gira en torno a él y todo lo que le hace sentir cuando la mira con sus hermosos ojos, cuando la toca con sus suaves y delicadas manos. Cuando le roza la mejilla con su dulce nariz.
Sí... No pienso en nadie más cuando estoy con él. ¡Pero eso no evita que ahora no sienta culpa!
-Eso no evita que sienta culpa por todo esto Marcos. -Susurra con pesar- No importa qué, si yo fuese esa chica, tu traición me dolería de igual manera. Tu no sabes si ella tiene sentimientos por ti y si tiene la esperanza de que con el matrimonio puedas sentir algo por ella.
Marcos resopla y camina hacia ella para ponerse en cuclillas, a sus pies.
-¿Culpable de qué? -El niega con la cabeza- Nada es tu culpa, nada. En dado caso lo sería mía. ¡Pero no lo es! No es culpa de nadie más que del destino. -Suspira- Si te hubiese conocido antes... Jamás habría aceptado tal propuesta, jamás habría aceptado hacer... -Guarda silencio al recordar el plan, no cree que se buena idea contarle todo a Julie. No así de rápido, de inmediato.
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LA NOTTE ©
RomansaDespués de una fuerte discusión con su novio al descubrirle una infidelidad y que después al verse acorralado, éste se ponga agresivo. Julie escapa de la situación y se refugia en los brazos de su mejor amiga, quien al verla tan mal por lo ocurrido...