《$ιํກøρຮιํຮ》
Naruto, un chico que parece normal, pero que en realidad se comporta como un completo anormal, tiene dieciséis años de edad. Vivía de la vida como una fiesta a pesar de ser huérfano y ser excluido por todos por no ser como los demás. Na...
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Pasé dos días, solo dos días en la casa de Sasuke y ya no puedo soportarlo. Su casa tiene un aura tan pesada que me daba náuseas y en las noches me sentía manoseado. Una experiencia escalofriante y traumático para mí. Además, no sé si volverle a hablar porque me encontré con una inquietante foto donde salía yo durmiendo. Lo hallé debajo del mueble que estaba al lado de la cama y eso sí que me perturbó. Claro que quiero preguntarle sobre eso a Sasuke, pero lo pensé bien y pues no me atreví a hacerlo. Principalmente porque ya me había pasado demasiadas cosas últimamente y me sentía la mayoría del tiempo agotado, por lo que no quise prestarle atención esa foto, sobre todo porque sé lo muy lúgubre que es Sasuke, así que no me sorprende que encuentre cosas extrañas en su casa. De todos modos, yo ya tengo suficientes problemas para agregar uno más a mi lista.
Volví a la casa de esos viejos mal nacidos y como es de esperarse, no nos vimos ni a la cara. No me importó así que me quedé en mi cuarto adelantando mis deberes.
Las semanas pasaban tan rápido que ni me daba cuenta por lo ocupado que estaba. La verdad me sentía un poco mejor al mantenerme haciendo ejercicio y teniendo una dieta saludable a comparación de los primeros días cuando comencé a hacer esta rutina todos los días y me deprimía porque tenía que obligarme a comer, aunque no tenía apetito.
En la escuela, todos los profesores me felicitaban por ese cambio y por volverme más responsable, me decían qué estaban orgullosos de mí, qué me apreciaban por eso y eso mismo pasaba con el capitán del equipo. De la nada comencé a ser popular entre las chicas y ser su "Sempai". Suena muy otaku, pero es imposible no pensar que las chicas parecen colegialas de anime por lo empalagosas que se comportan y eso me desagrada. No es por nada, pero me parecía muy hipócrita de parte de todos el que me traten mejor por cambiar de manera abrupta. Prácticamente están felices de que yo sea como ellos quieren que sea y eso me molestaba muy, muy en el fondo.
Antes no me trataban mal, pero había mucho rechazo. Salir con amigos se me hacía demasiado difícil, tenía que arrodillarme y suplicarles que hagamos una actividad juntos. Ahora, todos esos "amigos", molestos o no, desean estar junto a mí. Un ejemplo es Kiba; Él me pidió disculpas cuando iba al baño. Cuando pasaron unos días después de esa disculpa rastrera y asquerosa, Kiba me daba pena ajena cuando se comporta de esa manera apasionada. Con apasionado me refiero a que este se pone a llorar como idiota cada vez que ganamos un partido y aprovecha para abrazarme tipo Captain Tsubasa.
Al menos Sakura sigue siendo odiosa, como siempre, así que eso ¿Haría a Sakura como honesta? Tal vez, pero esa idiota no me interesa mucho. Perdí interés en ella al darme cuenta de lo arrastrada que es. Digamos que tuve un desamor con ella porque me había cansado de lo mala que era conmigo y por su enferma obsesión con Sasuke.
Y bueno, así siguió hasta terminar el trimestre lo que es igual a tres meses sin saber nada de Izuku. A veces pienso en él como un fugaz recuerdo por las noches y me quedo viendo las estrellas a través de la ventana. Esto debe parecer extraño, pero me imagino el como hubiera sido mi vida si tuviera buenos padres, que me quieran y unos amigos sinceros con quienes contar siempre que lo necesite. No es la primera vez que sueño con eso, desde que tengo memoria, he añorado tener esa familia cálida y sentirme seguro. He estado tan solo por tanto tiempo que ya me hace sentir vacío.
