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Capítulo 3: "Es perfecto."

  Hay veces en las que tengo ganas de tirar a Lína por una ventana y reírme a carcajadas por los miles de insultos que sé que me dirá después. Pero luego reconsidero la idea y me doy cuenta de que ella es mi única amiga y nunca le haría eso... Bueno, tal vez solo cuando sea necesario.

—¡Levántate gruñona, tenemos que ir al instituto!— exclama nuevamente mi amiga dando saltos sobre mí.

—¡No quiero, lárgate!— exclamo yo también.

  Ella se bajo de mi cama y se pone de pie delante de mí.

  Mientras me observa, solo pienso en volver a dormir. No fué y nunca será una buena idea quedarse a leer hasta las tres de la madrugada.

—¿Otra vez te quedaste a leer hasta muy tarde?.— suelta en un quejido.

—En mi defensa, Ashley es una exelente guerrera. La historia se estaba poniendo interesante.— suelto mientras me tapo un poco más con las sábanas.

  Lína parece tener una idea, ya que luego de unos segundos una sonrisa maligna se dibuja en su rostro.

  Okay. Ésto no me da buena espina.

—¿Qué haces?.— pregunto mientras ella se acerca hacia mí a paso lento.

—Iras a la escuela, ¿Si o No?.

—¡No! y tú no puedes obligarme.—Ella sonríe más, para después atacarme con cosquillas.

  No puedo evitarlo, comienzo a reír como una loca. Ella sabe muy bien que las cosquillas son una de mis debilidades.

—¿Si o No?.— vuelve a preguntar mientras sigue haciéndome cosquillas.

—Es-esta. ¡Esta bien!.— para. Suelto un suspiro.— Tú ganas, iré a la car... digo escuela.

  Lína es muy persuasiva y alegre, siempre sabe cómo salirse con la suya cuando se trata de mí.

  Me levanto y me pongo mis pantuflas para después ir al baño a tomar una ducha rápida. Si tardo a propósito, estoy segura de que ella sería capas de sacarme de allí aunque tenga shampoo en el cabello.

[...]

  Me pregunto si saltando llegaría más rápido al instituto. Pero la última vez que "intenté" hacerlo, terminé con un moretón en el trasero porque me caí.

  Recuerdo que una vez, mi mejor amiga y yo vinimos al instituto en una motocicleta porque se la teníamos que devolver a un compañero. En ese momento, los "Populares", comenzaron a reírse porque según ellos, nosotras no deberíamos manejar ese tipo de cosas.

  Popular a no, no es un crimen tener o manejar una motocicleta. Pero a mi parecer eso no lo tiene en cuenta medio mundo.

—¿Anna?.—pregunta Lína mientras caminamos a paso lento.