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Capítulo 10: "No puede ser."

¡Por fin!

Entro al departamento y cierro la puerta detrás de mí. Me quito los zapatos y los dejo por ahí.

~¡Juro que estaba a punto de romper las puertas de ese maldito elevador!.~

Dice Dam.

Sucedió que cuando estaba subiendo en el elevador, éste se estancó. Estube esperando una hora a que subiera ya que ésta no era la primera vez que me pasa, pero si la primera vez que duró mucho.

~Créeme, yo también tenía ganas de destruir esa cosa. Ya es la tercera vez que pasa. Pero bueno, mejor hay que olvidarlo, quiero ver una película~

~Está bien, pero yo escojo.~

~Como quieras lobita.~

Voy a la cocina, dejo mi cartera en la mesa y tomo tres barras de chocolate de la alacena, más un pote de helado del refrigerador y una cuchara.

Escucho los ladridos de Harry y en menos de un minuto ya estaba en frente de mis piernas. Río. Dejo en la mesa lo que tenía en las manos y tomo su plato de comida del piso, en ella vacío una cantidad considerable de alimento balanceado y luego lo dejo en suelo. Inmediatamente Harry comienza a devorar su comida; sonrío y vuelvo a tomar las barras de chocolate y el helado.

Camino hasta el sillón y dejo los bocadillos en la mesita para después prender la televisión. Harry viene hacia mí moviendo su colita, se sube al sofá y recuesta su cabeza en mis piernas. Sonrío, es muy tierno.

Fijo mi vista en la pantalla y cambio de canal en canal para ver si está pasando alguna película interesante. Estoy así un rato hasta que veo una. El comienzo me resulta conocido.

~Es "Bajo la misma Estrella". Deja esa.~

~¡Claro que sí!.~

Abro en pote de helado. Estaba a punto de comer una cucharada cuando escucho la puerta abrirse.

-¡Anna ya llegué!- grita Lína.

Harry se levanta y sale corriendo hacía la puerta mientras ladra.

Hoy ella tubo que hacer doble turno en la tienda y por eso llego más tarde, de lo contrario ella ya hubiera estado aquí antes que yo.

-¡Ven aquí, Dam y yo estamos viendo una película!.

-¡Ya voy!.

Escucho sus pasos seguidos de su voz.

-Son malas, no me esperaron.- río.

Ella se sienta y toma una de mis barras de chocolate. La miro mal.

-Oye ese es mí chocolate, buscate el tuyo.- se lo quito. Ella ríe.

-Compartir no te matará niña, no seas tonta.- murmura.

Antes de que pudiera responder, ella se levanta y se va a la cocina para después volver con dos barras del mismo chocolate.