Pasatiempos

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Sabiendo lo delicado y aburrido que podría estar Daniel, Kary le compro una laptop.

Iba a esperar a su cumpleaños pero este era un buen momento.

Le ayudaba a pasar el rato, sin olvidar la tarea que le encargaban. 


Temprano en la mañana...


Kary: Buenos días hija.

Diana: Buenas.

Kary: Te sirvo café?

Diana: Si por favor.

Diana revisaba y escribia sin parar en su celular...

Kary: No crees que es muy temprano para estar en el teléfono?

Diana: Si es que tengo que ponerme de acuerdo con mi equipo, tenemos que enviar un proyecto y ocupamos organizar todo.

Kary: Y no crees que puedas esperar un ratito?

Diana: Si eso creo.

Kary: Hoy no podré venir a la hora de la comida. Te puedes encargar de hacer el almuerzo?

Diana: No podemos ordenar algo?

Kary: Hoy no. Daniel ha estado comiendo mucho de fuera y necesita comer más saludable. Preparale un caldito o una sopa de verduras.

Diana: A el no le va gustar.

Kary: Tendra que acostumbrarse. No quería tomar el biberón y mira, ya hasta te lo pide todo el tiempo.

Diana: Ese es un buen punto!

Diana estaba teniendo problemas para adaptarse a sus clases en línea.

Era mejor estar presencialmente pero la familia es primero. Y sin duda su hermanito lo valía. 

Daniel aún no despertaba pero Diana sabía que si seguía durmiendo hasta tarde se pondría irritante. 

Así que, fue a la cocina, abrió uno de los nuevos biberones de Mickey Mouse y se propuso a prepararle el biberón más delicioso...

Entro a la habitación a oscuras.

Se sentó a su lado, y le despertó...

Daniel: Hola.

Diana: Hola. Ten, Te traje un biberón.

Daniel: Si gracias.

Daniel lo empezó a succionar. Le agradó mucho que estuviera calientito...

Diana: Ahora no te muevas que hay que cambiarte.

Diana se preparó para cambiarlo, después de varias veces ya era fácil, y el biberón ayudaba a distraerlo...

Daniel estaba en las nubes.

Jamás imaginó que tomar leche de un biberón y que le cambiaran los pañales fuera tan satisfactorio.

Era un bebé otra vez y eso le encantaba. No quería que terminara.

Diana finalizó con el cambio y se fueron al comedor.

Ahí Diana le sirvió un par de huevos estrellados y jugo de manzana...

Daniel: Crees que podrías darme otro biberón?

Diana: Que??? Si te acabas de tomar uno completito!

Daniel: Lo se y por eso quiero otro. Estaba muy rico.

Diana: No Dani! No seas glotón! Mejor come tu desayuno.

Daniel: Ándale! Es que ayer no pude cuando vinieron mis amigos.

DANIEL Y EL MISTERIOSO PAQUETEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora