N/A: les recomiendo que lean el capítulo anterior porque ha pasado un tiempo bastante largo que no se volverá a repetir.
Para las ocho de la noche yo estoy frente a su casa, mis manos están sudando un poco y me siento mareado. Sin embargo, luego de inhalar un brusco suspiro y soltarlo, dejo que mi mano se deslice en el volante y hago sonar la bocina una vez. Unos minutos luego, cuando juro que estoy por vomitar, ella aparece en el porche, cerrando la puerta detrás de su espalda.
Bajo la ventanilla apenas ____ se acerca, lleva el cabello atado en una coleta alta, resaltando sus ojos. Intento sonreír un poco.
— ¿Auto nuevo? —pregunta, mirando alrededor mientras se acomoda en el asiente del acompañante. Sacudo la cabeza.
—No, es Charlie.
Mi auto tiene nombre ¿Y?
— ¿Charlie? —pregunta, ya puedo ver el sarcasmo venir.
—Así se llama —digo, como si fuera obvio ponerle nombre a los automóviles y acaricio el volante ¿Qué puedo decir? Es mi bebé.
— ¿Tu auto se llama Charlie? —Hace una mueca vagabunda con los labios, casi quiero sonreír por la ironía—. ¿En serio?
—Pensaba en ponerle Bob pero…
—No —dice, levantado su mano y rodando los ojos—. Ya entendí.
El ruido del motor suave al arrancar es todo lo que se escucha por unos segundos, y dejo que mi espalda se relaje contra los asientos de cuero.
– ¿Dónde vamos? —le pregunto.
—Al cine —dice como si nada. Y no está mal, quiero decir, si yo no fuera así como famoso y las personas no estuvieran acosándome todo el maldito rato. De hecho, el cine parece una gran opción, pero no para mí, por supuesto.
— ¿Estás loca? —Le hago saber, no es tanto una pregunta—. ¿Y si me reconocen?
—No soy estúpida, Einstein —bufa, haciendo un gesto vago con los labios mientras rebusca entre su bolso. Paramos en un semáforo, mientras ella me pasa una bolsa negra. Frunzo el entrecejo, ____ deja el material en el aire, para que lo tome.
—Nada va a salir ahí y comerte —me asegura, suave e irónica.
Dos resignados segundos después, tomo la bolsa y quito lo que hay adentro, es algo que hace cosquillas en las yemas de mis dedos, entonces me doy cuenta que es una peluca.
—Estas jodidamente bromeando —me rio, casi con esperanza a que ella lo haga también, pero por supuesto que no.
Sacude la cabeza, una perezosa sonrisa en sus labios de cereza. Un auto bocina, avisándome que es hora de seguir adelante, y mientras mi vida se llena de resignaciones, aprieto el acelerador.
Llegamos a la entrada del cine, hay una película de comedia en las carteleras, y otra de Johnny Deep y casi me da miedo tanta gente alrededor. Miro la peluca luego de aparcar por completo, tomándome mi tiempo para hacerle saber que no me gusta mucho la idea.
—No seas un gallina —exclama, porque por supuesto que sabe que diciendo eso me lo pondré. Cuestión de principios, quizás.
—Las cosas que tengo que hacer —mascullo entre dientes, colocándome torpemente el material sobre mi cabeza, intentando no dejar ningún mechón rubio a la vista. Oigo como ella contiene la risa, logrando que la sangre suba y encienda mi rostro.
—Me veo patético —me quejo, intentando soltar un sollozo falso. Ella me consuela un segundo, quitando un bolígrafo de alguna parte e hincándolo sobre mi mejilla. Parpadeo, confundido, mirando por el espejo retrovisor el punto en mi pómulo.
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My Little Birdie.
Fanfiction❝Su vida era una rutina sin fin. Hasta que llegó ella...❞ © 2014 All Rights Reserved - xxYouandmexx