✮Capítulo veinticuatro.

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You should know
You can go where
you wanna go
I can take you there
Wildest dreams, put some faith in me
Take my hand to your fantasy

- Bazzi

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Es bonita—soltó esta mirándolo.

La constelación es—Jughead la interrumpió:—Hablaba de tu sonrisa.

La rubia se sonrojó—Gracias.—La música aturdía, pero por alguna razón, se podían escuchar. Esta nerviosa miró sus manos y luego el cielo—Creo que mirando las estrellas, puedes ir donde quieres.—mumuró.

Jughead vió como la rubia se había puesto nerviosa y sonrió, poniéndose frente a ella. Esta se puso más nerviosa, pero no hizo nada—Las estrellas son reflejo de que, incluso luego de que estén muertas, siguen brillando por años.

La rubia lo miró y asintió—Tienes razón.

Listo, la besa—aseguró Tyler mirando a Brett.

Claro que si.—asintió este—Ya está frente a ella, él sabe lo que está por hacer.

Aparte si te fijas, la rubia sentada en la banqueta alta, queda de la misma altura que él—aseguró. —Jughead aprovechará eso.

¿Tendrán sexo?—preguntó Brett.

No creo que Jughead quiera. Sabe que se arriesga mucho para una noche.

Estos hablaban desde la puerta, cubriendo que ninguno de los hermanos salga al patio donde se encontraban Jughead y Betty, ahora, bastante cerca.

Desearía ser una estrella—soltó esta mirando al cielo.

¿Y ser algo pequeño en un universo?

La rubia miró con una mueca a Jughead—¿Ya no somos eso?—este asintió, dándole la razón.— Ellas por lo menos brillan y las ve todo el mundo.

Correción—habló este—Las ve quien elige mirar hacia arriba.

¿Sabes cuánto secretos tienen?—soltó con una sonrisa mirándolas.

Y cuantos le quedan—habló Jughead.—Betty—la llamó este.

Esta la miró, y fue en ese segundo, que él puso su mano en la mejilla de la rubia para besarla.

Lo hizo—soltó Tyler asintiendo mientras miraba a Brett.

Y definitivamente ella lo quería—aseguró.

La rubia dejó que Jughead diera un paso hacia adelante, poniéndose entre sus piernas. Este con una tocaba su mejilla y con la otra, la dejaba en su muslo. Al principio, era un simple beso, pero Jughead dió paso a la lengua de Betty.

Desde que me comenzaste a hablar de la arquelogía deseaba esto—confesó cuando se separaron.

La rubia se sonrojó, sabiendo que eso había sido en la bibloteca hace varias semanas y no era algo de la noche.

¿No soy la estúpida hermanita de tus amigos?—preguntó esta, aún sonrojada.

Jughead negó, acariciando suavemente y tiernamente la rodilla de la rubia.—¿Te has escuchado hablar?. No eres ninguna estúpida. Eres inteligente y curiosa, eso lo es todo.

Conviviendo en un caos junto a una fraternidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora