✮Capítulo treinta y seis.

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I never wanna be your ex-man
I'll never make you feel ignored
You can go and find your next man
But I know what you're waiting for
- Rixon

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Jughead hizo un silencio—Evitas ir porque no quieres que te ayuden, no quieres que te ayuden a manejar el dolor.—esta se sentó y lo miró—Sientes que aunque te duela, es un recuerdo vivo y tienes miedo de olvidarte de tu madre.

No quiero olvidarla—murmuró Betty mirando a Jughead.

Y no lo tienes porque hacer. Pero no te vendría mal sanar la herida.

La rubia lo miró con una leve sonrisa para besarlo.—¿Puedo dormir contigo hoy?—preguntó. Jughead asintió acariciando su mejilla.

¿Vamos?

(...)

Eran las cinco de la madrugada cuando Max se sentó en su cama con un puchero en sus labios, había tenido una pesadilla. —Mar—mrumuró a su hermana, pero esta estaba completamente dormida.

Este se levantó despacio para ir al baño y al abrir la puerta, se quedó en silencio observando a Fangs salir de una habitación a escondidas. Ambos se miraron en silencio y el pequeño pudo ver a Brett en el marco de la puerta.

¿Hicieron pijamada?—preguntó en un murmuro.

Ambos adultos se miraron—Ehh, es para fortalecer la confianza entre amigos—aseguró Fangs.

Gente rara—negó Max para caminar al baño. Cuando salió, suspiró. No quería volver a dormirse solo. Caminó hasta la habitación de Betty, pero no la vió ahí. Miró todas las habitaciones y observó la puerta de Jughead. Fue a abrirla, pero estaba trabada. Golpeo cuatro veces.

Demonios—se quejó Jughead mientras sacaba sus brazos que rodeaban a la rubia.—¿Qué hora es?

La rubia miró el reloj—Son las cinco—habló Betty.

Iré a ver quien es—soltó Jughead levantándose, pero antes, le dió un beso en la cabeza a Betty la cuál había vuelto a cerrar sus ojos.

El chico abrió la puerta y se refregó los ojos—¿Max?

Hola—dijo el niño entrando y vió a Betty—Ahí está Betty.

Si...—murmuró este. Betty al sentir la voz, se giró hacia su hermano.

¿Que pasó Max?

Vengo a dormir con ustedes—aseguró caminando hasta la cama de Jughead pero del lado que estaba Betty. Este se metió en la cama y Betty suspiró, abrazándolo.

El mayor miró la escena.—Ven, Jug. Sigamos durmiendo—rogó Betty sin mirarlo. El chico se encogió de hombros y cerró la puerta nuevamente, trabándola. Tras eso, se acostó en su mismo lugar para volver a abrazar a Betty por las cadera y así, volvieron a dormirse.

Luego de un par de horas, Margot bajó dispuesta a desayunar cuando ve a dos chicos en la cocina. Está miró hacia atrás pero la casa estaba en un completo silencio, como si todos estuvieran durmiendo.

Ustedes no viven aquí—aseguró Margot mirando a los hermanos.

Lo sabemos, pero parece que todos duermen—habló Cody.

Conviviendo en un caos junto a una fraternidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora