✮Capítulo ochenta y uno.

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Stranger...

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Eran las tres de la tarde y Jughead solamente debía hacer una cosa. Una sola cosa.

La rubia se removió y refregó sus ojos para ver a Jughead dormir. Lo miró para suspirar y sentarse en la cama. Analizó la habitación como si no la conociera y su pecho exaló el aire. Jughead seguía durmiendo.

Se bajó de la cama lentamente y con cuidado, cuando sus pies tocaron el suelo, suspiró y vió al bebé de juguete en el piso. Negó—Steve—murmuró para tomarlo.

Jughead se removió y la rubia quedó quieta, esperando que su padre no se despertara. Este solamente soltó un ronquido profundo y la niña abrió sus ojos. Lentamente con pisadas pequeñas, salió de la habitación y vió aquella barrera en la escalera, para que no bajara sola.

Addison Jones, tenía casi dos años pero aún era una bebé.

Lo más increíble, era todo lo que había cambiado en esos años, comenzando con el nacimiento de la niña. Cuando Addison nació, Sweet pea, Charles y Reggie no estuvieron ahí, estaban trabajando en otro estado; al irse, la casa se quedó en silencio, prácticamente.

Betty se pasó los últimos tres meses de embarazo, decorando el cuarto para la niña mientras Jughead armaba las cosas o pintaba las paredes.

Max ya tenía nueve años, estaba bastante grande y siempre ayudó a Betty.

Cheryl se mudó hacia la fraternidad con Tyler mientras que Fangs se cambió de habitación con Brett, parece que después de todo, habían comenzado algo serio.

En cuanto a los tres hermanos, solo habían visto a Addison dos veces. Betty estaba enojada y rencorosa con ellos, apenas hablaban siquiera. Ellos solían enviar dinero para Max y Margot, pero ni siquiera lo usaban. La adolescente, de ya 18 años, había decidido trabajar y esperaba comenzar ese año a estudiar en la universidad, esa misma que habían ido sus hermanos e iban sus amigos,ahora.

Esa tarde, la rubia estaba trabajando en el mismo lugar.

¿Retomarás la universidad en presencial?—preguntó Kevin mientras Betty ordenaba libros.

Exacto—sonrió feliz.—Y todo está con total normalidad. Mi cuerpo está recuperado, Addison ya tiene casi dos años y puedo hacer más cosas, como avanzar en las cosas de la universidad.

Esa niña es hermosa.

Lo sé—asintió orgullosa.

Alguien se acercó al mostrador—Betty—murmuró una voz.

La rubia extrañada se giró e hizo una mueca—No lo tomes personal, pero no creo que vengas aquí a estudiar—dijo acercándose a Zack.

Ah, muchas gracias—murmuró.

¿Por qué murmuras?

Se rascó la nuca—Tu hermana y Cody me quieren golpear, ¿puedes esconderme?

La rubia pestañó algo extrañada—pasa y escóndete.—Zack pasó y se tiró en el piso, detras del mostrador—¿Qué hiciste?...—preguntó.

Estaban peleando y yo pues, comencé a contar chistes y se enojaron conmigo.

Betty rió negando para irse y seguir trabajando, dejando al chico 19 años sentado solo en el suelo.

Conviviendo en un caos junto a una fraternidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora