❛❛ 𝙲𝚊𝚜𝚘 𝟺𝟻𝟼𝟽𝟾𝟿, 𝚊𝚋𝚒𝚎𝚛𝚝𝚘. ❞
La venganza nace desde el interior y se alimenta de los sentimientos que reprime nuestro ser.
Geum Eunji, no vivía con la venganza gobernando su ser, su vida era recta y ejemplar; pero entonces...
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Jungkook esperaba con impaciencia en su oficina, esperando a que el agente Min hiciera su aparición.
—¿Me busca, "jefe"? —Yoongi buscó que la palabra Jefe sonara más irritante con el motivo de hacer qué Jungkook se molestara más.
—No me llames así, Min. —el rubio sonrío de lado al ver que logró su cometido. —¿Dónde estabas? Eunji aún no aparece y creo que tú sabes dónde puede estar.
—Por favor, Jeon. No vengas de nuevo con ese cuento, ¿Por qué no solo admites que lo haces personal? —Jungkook se levantó de la silla en la que estaba sentando y posó sus manos en el escritorio. —No te levantes. —el rubio dio dos pasos más al escritorio. —Creo que primero deberías ver ésto.
Jungkook con el ceño fruncido tomó la carpeta que Yoongi lanzó a su escritorio y después de abrirla, comenzó a leer lo que hay adentro.
—¿Donde conseguiste éste nombre? —Yoongi solo pasó su lengua por sus labios. —¡Min, respóndeme de una maldita vez!
—No lo conseguí yo. Minjeun fue encontrada muerte a tres cuadras del último lugar donde se le vio con vida. —el de cabellos negros se volvió a sentar, solo que estaba con más dificultad en sus movimientos. —Tiene una gran herida en una de sus pantorrillas, pero la causa de la muerte fué un solo disparo en la parte trasera de la cabeza.
—Ella...
—¿La conocías? —preguntó el rubio levantando una ceja. —Según sus antecedentes, ha estado envuelta en situaciones como tráfico y distribución de drogas; ¿Por qué alguien como el gran agente Jeon Jungkook conoce a alguien así?
Jungkook se levantó de nuevo y pasando de largo al rubio que sostenía la carpeta, salió esperando a que el contacto en su celular, responda su llamado.
Pero no lo hizo: —¡Hola! Por el momento no puedo hablar, pero ¿Que te parece si me dejas un mensaje? —la ferviente voz de la grabación terminó y acto seguido sonó un pequeño bip que permite dejar un mensaje.
—Soy yo... Jungkook. —dijo tratando de que nadie en la estación lo escuche. —Sé que no hemos hablado en años pero, necesito hablar sobre algo importante contigo. Minjeun está muerta.
Y quizá Jungkook estaba tan metido en aquella joven, que no logro notar que el infiltrado agente Min se hallaba a unos metros de él escuchando las palabras que había pronunciado Jungkook, pero el de cabellos rubios se limito a asentir ante esa información y se encamino a su automóvil.
—Oh, agente Min ¿A donde va? Pensé que el equipo estaba buscando como locos a la agente Geum. —el jefe de estación miro a Yoongi de manera seria, Yoongi se limito a sonreír.
—Hay un nuevo cuerpo que no tiene relación con la desaparición de la agente Geum, o al menos eso es lo que piensa el equipo. —respondió Yoongi acercándose al jefe quien le miraba aún serio. —¿Por qué le importa todo esto ahorita jefe? ¿Necesita dinero acaso?
Esta ultima pregunta el de cabellos rubios la hizo casi en un susurro solo para que los dos la escucharan, y sin nada más que decir siguió su camino a su automóvil.
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—Carajo. —gimió Jeolmang mientras sus ojos se cerraban, la mujer de cabellos rosas fluorescentes siguió con sus acciones en la parte baja del cuerpo de Hoseok.
Aunque no fue por mucho, pues el molesto sonido de su móvil volvió a sonar, y con fastidio alargo su brazo para contestar la llamada.
—¿Qué quieres Namjoon? —preguntó ciertamente molesto por interrumpirle en ese preciso momento, aún así le indico a la mujer que siguiera con su trabajo.
—¿Fuiste tú? Mierda Jeolmang, ¿Cuantas malditas veces debo decirte que no hagas las cosas por maldito impulso? ¡¿Qué carajos tiene que ver esa mujer con nuestro objetivo?! —gritó desde el otro lado de la linea Namjoon.
—Supuse que harías esta llamada Nam, tengo muchas cosas que hablar contigo... Y, con Eunji. —y sin más colgó la llamada para acabar con la excitación que tenía en ese momento por la mujer de cabellos rosas.
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Decir que Jungkok estaba más dedicado al porque de la muerte de aquella joven era quedarse corto, había tratado de averiguar todo sobre el caso e investigar como si la vida se le fuera en ello e incluso...había dejado de lado la desaparición de su amada compañera, lo cual tenía a todos confundidos.
Y es que Minjeun tenía muchos secretos y arrestos, él lo sabía, así como sabía que Minjeun compartía uno de sus más grandes secretos y podía ser que uno de los peores.
Es por eso que cuando la pantalla de su móvil se ilumino indicando la llegada de un nuevo mensaje, desbloqueo con rapidez este.
"Te espero mañana en el callejón donde solíamos reunirnos con Minjeun, 10 en punto." pudo leer y finalmente sintió que respiraba al menos un poco.
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—¿A quien esperas? —preguntó Eunji privada de su libertad mientras miraba como Namjoon caminaba de un lado a otro con cierto enojo.
—¿De donde carajos conoces a Hoseok? —preguntó Namjoon tomando desprevenida a la pelinegra.
—La verdadera pregunta es desde cuando, pero bueno todo eso se resolverá en un momento. —respondió Hoseok entrando en la habitación con una sonrisa.
—¿Se puede saber donde mierda estabas y porque no contestabas el maldito teléfono? —preguntó Namjoon con enojo.
—Estaba... liberando estrés Nam, te vendría bien hacerlo a ti también. —respondió para después echarse a reír. —Ahora a lo que vine.
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El cigarro se consumía en los labios de Yoongi, haciendo que el humo algunos minutos después de entrar en su organismo fuera expulsado por sus fosas nasales.
La verdad era que toda este plan de Namjoon le tenía harto y con ganas de largarse a cualquier otra parte del mundo. "Logrará encontrarnos" dijo Hoseok cuando el mismo dijo que se largaría tan pronto el plan se llevará a cabo.
—¿Yoongi? ¿Eres tú? —una voz un tanto aguda le llamó haciendo que este se diera media vuelta para ver de quien se trataba.
Y allí estaba, portando un vestido negro que acompañaba a su piel pálida y su cabello de un color marrón. Sentía melancolía y ganas de llorar, ni siquiera supo en que momento había dejado caer el cigarro que tenía en sus labios hasta que su mirada observo a aquel objeto en el suelo.
—¿Minju?—preguntó inseguro sobre si en verdad era ella, y no un engaño para ponerle a prueba.
La mujer sonrió, asintió y se encaminó a donde se encontraba el de cabellos rubios.
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