❛❛ 𝙲𝚊𝚜𝚘 𝟺𝟻𝟼𝟽𝟾𝟿, 𝚊𝚋𝚒𝚎𝚛𝚝𝚘. ❞
La venganza nace desde el interior y se alimenta de los sentimientos que reprime nuestro ser.
Geum Eunji, no vivía con la venganza gobernando su ser, su vida era recta y ejemplar; pero entonces...
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—¡Namjoon!—exclamó Eunji mientras tocaba con fuerza la puerta del departamento del nombrado.—Namjoon, abre la puerta; soy Eunji. Solo quiero hablar.
—No creo que esté aquí.—Eunji dejó de insistir con sus golpes hacia la puerta y giró hacia el rubio que acababa de hablar.
—¿Por qué lo dices?
—Porque, o ya hubiera abierto, o ya hubiera huido por alguna de las ventanas traseras.—la de cabellos negros asentó a las palabras de su compañero y pensativa regresó al auto:—Tenemos que encontrarlo.—dijo antes de que Yoongi comenzará a conducir.
—Lo haremos, Eun.—Yoongi comenzó el camino.—Te llevaré a la escena del crimen, tal vez haya algo que no has visto; pero por el momento, deberías tomar tu café, sino se enfriará más.
Eunji sonrió e hizo caso a las palabras de Yoongi, pero después de tomar un solo sorbo de la oscura bebida, hizo una cara de desagradado:—¡Buah! Está demasiado amargo.—Yoongi hizo caso omiso a las quejas de Eunji y siguió con los ojos en el camino.—Min, ¿Que acaso no le pusiste ni una pizca de azúcar?—preguntó mirando al rubio.—¡Min!—exclamó al ver que éste no se veía con la intención de responder.
—Lo siento, Eun. Estaba pensando.—respondió finalmente.
—¿Pensando en que? ¿En que mi café es una porquería?—se quejó de nuevo, pero no pudo evitar beber un poco más de la bebida nombrada.
—Si es tan malo, ¿Por qué sigues bebiendolo?—rió Yoongi.
—No lo sé, tal vez es la necesidad de tomar algo.—respondió Eunji levantando los hombros. Yoongi, sonrió de lado y asentó:—A veces es más por costumbre, que por gusto, ¿No?—la pelinegra, asentó.—Como sea, ya llegamos.—Yoongi apagó el auto y antes de salir de éste, miró a la confundida Eunji.—¿Sucede algo?
—Ésta no es la escena del crimen; las fotos que me mostró Jeon mostraban que era un callejón. Además, ¿Donde están los demás? Se supone que ellos deberían estar aquí desde hace tiempo—Eunji apesar de decir que el lugar donde están no es la escena, bajó del auto y comenzó a mirar su alrededor.—¿Dónde estamos, Min?—preguntó cuando éste caminó hacia ella.
—Jungkook, me dijo que era aquí. —Eunji frunció el ceño, pero antes de poder decir una palabra más, cayó en los brazos del rubio, pues sus piernas perdieron fuerza y sus ojos se cerraban con mucha facilidad.
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—Deja de hacer tanto ruido, ¡La despertarás!—las voces sonaban entre el sueño y la realidad de Eunji, sus ojos estaban entreabiertos, pero no podía distinguir nada.
—Si sigues gritando así, tú serás el que la despierte.—solo esa voz. Eunji después de escuchar esa voz, trató de abrir los ojos a su máxima capacidad para tratar de saber dónde es que está. Pero solo se encontró con fríos barrotes, los cuales no vió, pues sus ojos aún no eran capaces de distinguir todo lo que la rodeaba, pero si sintió.
