EPÍLOGO

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«Cuando el amor es verdadero no habrá alguien más que te haga sentir igual»

«Ella murió, murió por no haber aceptado la realidad de la vida, ellos se amaban pero no se acercaban»

«crecí viendo odio en sus ojos, y estuve tan cerca de ellos que perjudicaron mi vida »

«Y soñé contigo, soñé que me querías y que al final me perdías, no entendí hasta que contemplé lo que hay en mí»

«Adiós»

No es un poema, solo quiero recordarles que son pensamientos fugaces

↑No es un poema, solo quiero recordarles que son pensamientos fugaces↑

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Narra Dayan Ortiz:

    Estábamos en aquel silencioso e incómodo tren, no sabía porque había tan pocas persona en el vagón que me encontraba con Carlos. Estaba atento de cada movimientos, pero de pronto ví la silueta de Nircolis, estaba justamente viendo hacia mi vagón cuando sonrió con malicia mi cuerpo reaccionó automáticamente, me he levantado para salir corriendo pero alguien me detuvo. Tres personas enfrente de mí. Yo le gritaba que me dieran permiso, y de un momento a otro volteé para encontrar los ojos de psicópata de  Nircolis, pero ya no estaba ahí.

   Cuando mi vista se dirigió nuevamente hacia aquellos desconocido mis oídos han captado el pensamiento de unos de ellos.

«Es Dayan Ortiz, el vampiro celestial.»

   Dayan tenia como vaina un bolso grande, se descolgó el bolso y de ahí sacó la espada de cristal. Los desconocidos quedaron petrificados, pero Dayan se ha puesto en posición de defensa. El rubio no pensaba en matar a nadie, no era de esas personas. Y eso se le reflejaba en su rostro, por esa misma razón los desconocidos se abalanzaron hacia el rubio.

El Vampiro Celestial © [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora