CAPÍTULO 11

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«Nadie sabe cuando el pez bebe agua»

--------->"La solución"<--------

    Dayan quería evitar contacto visual con el libro, evitar la lectura. Durante los tres días que transcurrió desde el momento que lo encontró  lo había leído con rapidez, olvidándose de la mitad de la hoja arrancada y dejándolo con intriga, no sabía nada en absoluto de aquel vampiro celestial, por primera vez había oído algo parecido, o sea, durante mucho tiempo estuvo leyendo libros con tramas de vampiros y licántropos, pero nada como eso. ¿Un vampiro capaz  de caminar bajo la luz solar? ¿un vampiro celestial?

    Halló en el libro que el susodicho nombre provenía de la mismísima vampiresa, —sí, el primer vampiro celestial era de genero femenino— dejó con tanta intriga al rubio que comenzaba a consumirlo.

  Las historias que había escuchado se le habían escapado aquel pequeño detalle, se imaginó que le darían vergüenza contar que una vampiresa podía superar a los vampiros y tener poderes similares al de vampiro original, ya que aquella época el machismo reinaba en el mundo.

   Dayan guardó el libro en la repisa de su compañero de habitación y se alistó para una cita con Charlotte, quería interrogarla para saber sí su cómplice "Dei" tenía algo que ver con la muerte de Maggie, la ira lo consumía cada vez que pensaba en la muerte injusta de la señora. Después de todo era él que tenia que asumir las consecuencias. Entonces pensó en la inicial de daga, el arma homicida.

Muchos nombres llegaron a su cerebro y yéndose como estrella fugaz, odiaba no conocer a alguien con la letra "V".

   Una vez estando en el lugar asignado por la mujer, la contempló con esa vestimenta de mujer de compañía, siempre con seducción.

—Buenos días, guapo. —saludó la mujer ofreciéndole un asiento enfrente de ella— disculpa por lo sucedido.

—¿De qué hablas, Charlotte?

—Mi más sentido pésame —con esas palabras había respondido la pregunta del rubio—, me has llamado para preguntarme algo, ¿que quieres saber?

   Dayan indagó en sus recuerdos la pregunta más concreta, la repuesta que quería oír.

—¿Piensan matarme después de su venganza? —por más que le dolía, tenía que saber la verdad— ¿Dei también se quiere vengar de mí por algo? ¿cómo sigue Margaret?

—Es una buena pregunta, pero ya te la había respondido antes, «hasta los mejores guerreros son sacrificado» —Dayan recordó esas palabras claramente— dos; sí, tres: tu hermosa Margaret está en buenas manos, tranquilo.

   Sintió un pequeño alivio al escuchar aquellas palabras, por lo menos se encontraba bien, pero algo lo inquietaba, Dei quería vengarse de Dayan por algo que él no tenía ni media idea de qué podría ser, así que no se contuvo hacer aquella pregunta.

El Vampiro Celestial © [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora