Sofía
—¿El hijo de...?
—Del dueño de la maquinaria de relojes —Repetí lo que ya estaba harta de oír.
—¿Rafael ya lo sabe...? ¿Por qué estás con él, ah? ¿Qué quieres de nosotros? —Se puso a la defensiva, hablándome golpeado.
—Tranquilo, Carlos —Me hice para atrás—. Él ya sabe todo, se lo dijo Vanessa...
—¿Vanessa lo sabe? —preguntó asombrado.
—Y no sé cómo se enteró. Lo importante es que, quiero que sepas que amo a tu hermano como no tienes una idea. Si te explico todo el problema, solo te voy a confundir más. Quiero el bien para ambos, deberás pensar que soy una mentirosa y embustera como él me llamó pero, estoy dispuesta a todo para que él esté bien —Me dolía decir eso, porque de alguna manera, sabía que él estaría bien sin mí, sin arriesgarlo.
—¿Por qué estás con mi hermano si te vas a casar?
—Porque no amo al hombre con el que me quieren unir —dije dolida—. Yo amo a tu hermano, Carlos. Y no te preocupes por el peligro que pudiese correr, yo ya no estaré aquí en algunos días —Suspiré, devastada.
—¿Por qué...?
—En diez días mi libertad se termina. Y no hagas más preguntas —Le acerqué su bicicleta—. Yo me iré de sus vidas en cuanto mi libertad terminé, los pondré a salvo, tranquilo —Le dí una sonrisa para hacerlo sentir más calmado, regresando a la tienda.
—¡Stephanie! —Me llamó a mis espaldas, me dí la vuelta para encararlo—. A mi hermano le hará bien verte allá, a mí, me ve todos los días —Sonreí por su bondad, él me señalaba la bicicleta, invitándome a subir.
Como pudimos nos acomodamos después de pedirle permiso a don Raúl, que sin remilgar, aceptó. Iba bien sujetada de la espalda del hermano de Rafael. Recorrimos un gran camino, los pies me dolían pues estaba parada, pobre de él, seguramente cargar conmigo era más difícil. Comenzábamos a llegar a la carretera que daba para el lugar escondido. Todo el camino, de nuestra boca no se emitió ninguna palabra.
—No le vayas a decir a Rafael que te irás en unos días —Lo alcancé a oír entre tanto disturbio—. Eres la única razón por la que mi hermano está de pie ahora, si se entera, se pondrá muy mal.
Juntos, sabríamos cómo seguir con nuestro amor.
Pensé, tenía tantos planes por proponerle a Rafael. Pero Carlos tenía razón, hoy, no era un buen día para llenarlo de mis problemas, yo sola podría cargar con ellos. Ahora era él el que me necesitaba, y debía de estar ahí, a su lado.
—Ve con él —Me dijo al bajarnos de la bicicleta—. Dile que yo te traje, tengo que irme a trabajar —Ladee la cabeza.
—¿Por qué no me acompañas y pasan la tarde juntos? Creo que a él le hará bien saber que te importa.
—De ninguna manera —Volvió a subir—. Tengo mucho trabajo —Con la señal de amor y paz se despidió de mí, y sin marcha atrás, se fue a su destino.
Delicadamente asomé mi cabeza, se veía a un hombre columpiando los pies en el acantilado. Era Rafael, sin duda. Su coche estaba en la playa, con una puerta abierta y él, mirando hacia el cielo. Me acerqué con cuidado para no asustarlo. Lo llamé desde lejos para prevenir mi llegada.
—¿Sofía? ¿Qué haces aquí? —preguntó decaído—. ¿No deberías de estar en Magic?
—Es lo mismo que te quiero preguntar —Me senté a su lado—. Nos tenías a todos preocupados, don Raúl se quedó esperando por ti, y tu hermano estaba dando el grito en el cielo, lo tenías muy asustado.
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Huellas en la arena #Wattys2022
Romance🏆 GANADORA DE LOS WATTYS 2022🏆 Sofía es un alma libre e independiente, que es atada por los pensamientos anticuados de su tío, quien la mantiene en casa desde que ha sido una niña. Rafael es un alma perseverante con miles de sueños, prisionero de...