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Xander:

—Abre el disco. —Le pido al sujeto que está a cargo en computación en esta maldita estación.

Lo abre y toda la información comienza a descargarse.

—Muévete.

—Este es mi puesto.

—Lo sé, joder, pero necesito que te muevas.

Tomo asiento y abro cada archivo, intento descifrar si lo que dice Martin Henderson es cierto.

Si después de decirme que no hay ningún rastro de Darcy en su historial o red es verdad.

Y es cierto.

No hay nada y sin embargo, al lograr conectarme a toda la red, me doy cuenta que tal vez Luis tenía razón y Darcy terminó siendo una distracción que me desconcentrara por completo.

Porque la verdad estaba justo en mis narices y ha helado mi maldita sangre.

Todo el historial de Darcy como Kitten en esa computadora de mierda, fotografías no solo de ella, también de su departamento.

He sido un completo imbécil.

—Mierda...

Mierda.

Mierda...

Esto no está pasando, joder.

Esto no puede estar pasando.

Y Darcy...












Darcy:

Observo sorprendida a Harvey en la puerta de mi departamento.

Tiene una sonrisa en el rostro.

—Hola...

—Hola.

Tiene un ramo de rosas en las manos, observo sorprendida el presente.

—Quería ver como estabas.

Parpadeo. —Estoy bien. —Le aseguro. —¿Quieres pasar?

—Me encantaría.

Con una sonrisa dejo que ingrese, cojo sus rosas y me dirijo hacia la cocina, sus pasos me siguen.

Lavo el florero y lo lleno de agua limpia antes de colocar las rosas sobre él.

—Son bonitas, gracias.

Harvey sonríe.

—¿Cómo te sientes?. —Pregunta observando mi pierna.

Bajo la mirada y subo.

—Pues quedara una cicatriz, lamentablemente, eso no podre removerlo.

—Aun así te verás hermosa.

Sonrio. —Gracias.

Mi móvil suena.

—Mierda, espera un momento. —Le pido.

Me dirijo hacia el mueble y cojo el móvil, sonrio al ver el nombre de Xander reflejado en la pantalla.

—Hola, amor.

—Darcy, escúchame...

Observo a Harvey, quien tiene una expresión seria.

—¿Ha salido todo bien? —Pregunto inquieta.

—Darcy, escúchame.

—Darcy...

Levanto la mirada al escuchar a Harvey y cuando quiero contestar otra vez, la llamada se ha perdido.

—Que raro. —Comento y me dirijo hacia la cocina otra vez. —¿Quieres un pedazo de queque de naranja?

—¿Tu lo preparaste?

Asiento con la cabeza.

—Claro. —Responde él.

Corto una tajada y me interrumpe con su voz mientras lo hace.

—Tu... ¿Tienes novio?

Levanto la mirada.

—Si. —Me sonrojo. —Es Xander.

Sus ojos se abren.

—¿Xander, nuestro vecino?

—Sí, nosotros... pasaron muchas cosas.

El luce enfadado.

—¿Estas bien?

—Perfecto.. solo que ¿Ustedes no entiendo..?

—¿Cómo es que nos involucramos? Por Martin. —Le respondo, termino de servir el queque y voy por una cucharita. —Lo ayude a atraparlo.

Harvey abre los ojos.

—Además de ser quien resulto siento, Martin estaba acosándome.

—¿Acosándote?

—¿Recuerdas la caja de chocolates que fue por error a tu departamento?

—¿Cómo olvidarlo? Jamás recibo nada.

Sonrio despacio. —Lamento eso, pero en mi situación desearías no recibir nada.

Harvey niega con la cabeza, confundido.

—¿Entonces no te agradaban los presentes?

No respondo, en realidad no deseo seguir hablando de eso, aunque Martin este en la cárcel, la experiencia fue tétrica.

—¿Podemos no hablar de eso?. —Le pido entregándole la cucharita junto al queque.

—Claro.

Lo veo comer un pedazo mientras yo corto una tajada para mí también.

Sin embargo, queda a medio cortar.

—¿Y si no fuera Martín quien te envió los presentes?

Observo confundida a Harvey.

—¿Te sentirías más segura porque no fue el, verdad?

—¿Harvey?

Él me sonríe.

—¿Por qué dices..

—Soy yo. —Me interrumpe sorprendiéndome.

—¿Qué?

—Que soy yo, Darcy, no el enfermo de Martín, sino yo.

Me encuentro presa de pánico, el corazón a punto de salirse de mi pecho y por si sus palabras no fueran claras por completo, él se encarga que lo sean con una ultima oración.

—Yo soy tu admirador secreto, mi amada Kitten.

El "Sucio" Secreto de DarcyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora