La predicción de la profesora Trelawney

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La euforia por haber ganado la copa de quidditch nos duró al menos una semana.

Incluso el clima pareció celebrarlo.

A medida que se aproximaba junio, los días se
volvieron menos nublados y más calurosos, y lo que a todo el mundo le apetecía era
pasear por los terrenos del colegio y dejarse caer en la hierba, con grandes cantidades de
zumo de calabaza bien frío, o tal vez jugando una partida improvisada de gobstones, o
viendo los fantásticos movimientos del calamar gigante por la superficie del lago.

Pero no podíamos hacerlo.

Los exámenes se echaban encima y, en lugar de
holgazanear, los estudiantes teníamos que permanecer dentro del castillo haciendo enormes esfuerzos por concentrarnos mientras por las ventanas entraban tentadoras ráfagas de aire estival.

Incluso se había visto trabajar a Fred y a George Weasley; estaban a punto de
obtener el TIMO (Título Indispensable de Magia Ordinaria).

Percy se preparaba para el
ÉXTASIS (EXámenes Terribles de Alta Sabiduría e Invocaciones Secretas), la
titulación más alta que ofrecía Hogwarts.

Como Percy quería entrar en el Ministerio de
Magia, necesitaba las máximas puntuaciones. Se ponía cada vez más nervioso y castigaba muy severamente a cualquiera que interrumpiera por las tardes el silencio de
la sala común.

De hecho, la única persona que parecía estar más nerviosa que Percy era Hermione.

Harry, Ron y yo habíamos dejado de preguntarle cómo se las apañaba para acudir a la vez a varias clases, pero no pudimos contenernos cuando vimod el calendario de exámenes que tenía.

La primera columna indicaba:

LUNES
9 en punto: Aritmancia
9 en punto: Transformaciones
Comida
1 en punto: Encantamientos
1 en punto: Runas Antiguas

-¿Hermione? -dije con cautela, porque aquellos días saltaba fácilmente cuando la interrumpían-. Eeeh... ¿estás segura de que has copiado bien el calendario de exámenes?

-¿Qué? -dijo Hermione bruscamente, cogiendo el calendario y observándolo-.
Claro que lo he copiado bien.

-¿Serviría de algo preguntarte cómo vas a hacer dos exámenes a la vez? -le dijo
Harry.

-No -respondió Hermione lacónicamente-. ¿Habéis visto mi ejemplar de Numerología y gramática?

-Sí, lo cogí para leer en la cama -dijo Ron en voz muy baja.

Hermione empezó a revolver entre montañas de pergaminos en busca del libro.

Entonces se oyó un leve roce en la ventana.

Hedwig entró aleteando, con un sobre
fuertemente atenazado en el pico.

-Es de Hagrid -dijo Harry, abriendo el sobre-. La apelación de Buckbeak y Witherwings se ha fijado para el día 6.

-Es el día que terminamos los exámenes -dije haciendo un vistazo a la zona para ayudar a Hermione que seguía buscando el libro de Aritmancia.

-Y tendrá lugar aquí. Vendrá alguien del Ministerio de Magia y un verdugo.

Hermione levantó la vista, sobresaltada.

-¡Traen a un verdugo a la sesión de apelación! Es como si ya estuviera decidido.

-Sí, eso parece -dijo Harry pensativo.

-¡No pueden hacerlo! -gritó Ron-. ¡He pasado años leyendo cosas para su defensa! ¡No pueden pasarlo todo por alto!

JEAN DEKKER //3//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora