-Te has vuelto a equivocar! Debes de prestar más atención- se escuchaba decir al gran hombre pelirrojo en una gran sala con una mesa llena de documentos. Sentada a su lado se encontraba una chica adolescente suspirando y con cara de aburrimiento.
-Escúchame bien hija- decía el hombre mirando hacia la chica pelirroja con una cara de pesadez. -Algún día yo no estaré y tú tendrás que encargarte de nuestra gente junto a tus hermanos y hermanas, así que deja de vaguear y cumple con tus responsabilidades- dijo esto último con voz autoritaria.
-Pero papaaa, ya llevamos mucho rato, esta parte ya me la sé, quiero salir con los demás- decía Akili con un puchero en sus labios.
En ese momento se oyó como alguien tocaba la puerta del gran salón.
-Adelante.-Jefe, han llegado los mensajeros de la aldea de Ubax- dijo Callum, uno de los hombres que trabajaba directamente bajo las órdenes del gran jefe de la tribu Shabeel.
-De acuerdo, hazlos pasar y avisa a mi mujer- le dijo el gran hombre a Callum.
Después de que el chico cerrara la puerta, Koda comenzó a recoger los documentos que estaban encima de la mesa y se dirigió a su hija -Tu te quedarás aquí y colaborarás en la negociación.-
-Ehh...p- comenzó a quejarse Aki pero antes de que pudiera hablar su padre la detuvo.
-Nada de peros jovencita-
En realidad, aquel hombre a quien el joven y delgaducho Callum había llamado jefe, era nada más y nada menos que el gobernante de la tribu Shabeel. Su nombre era Koda, era un hombre corpulento, alto y con músculos, tenía el cabello rojo y corto, la piel morena y ojos policromaticos donde se preciaba el color rojo en su ojo derecho mientras que el izquierdo brillaba un color amarillo intenso.
Minutos después una mujer apareció por una pequeña puerta situada en uno de los lados de la sala, era una mujer alta y delgada, tenía unos rasgos faciales muy finos y unos grandes ojos grises, llevaba un elegante vestido verde hecho de filamentos de hojas de árbol. A su lado se encontraba una pequeña niña también pelirroja, con los mimos ojos que su madre y pecas bajo los ojos.
-Han llegado más pronto de lo acordado- decía la hermosa mujer que tenía de nombre Nadja.
Koda se giró y dirigió la vista directamente a la pequeña Kimya, después miró a su mujer con cara interrogatoria.
-Todos estaban ocupados así que la traje, pero no te preocupes, sabe comportarse, ¿Verdad amor?- dijo la madre mirando a la niña con una sonrisa que mostraba amor.
Koda se acercó hasta su hija más pequeña y se arrodilló delante suya
-Acuérdate, tienes que estar atenta para enterarte de lo que dicen y n... -y no decir cosas extrañas- dijo Kimya interrumpiendo al hombre y sonriendo -lo sé papi-.Segundos después el la tenía en sus brazos y le daba besos mientras le hablaba y sonreía -pero que hija más lista tengo.
La escena se acabó cuando la gran puerta principal de la sala sonó, los 3 se incorporaron en la mesa junto a su otra hija y dieron paso a los invitados.
Las puertas se abrieron y dieron paso a 3 hombres y 1 mujer de la tribu Ubax, los cuatro iban vestidos de forma elegante y andaban con paso firme.
-Gracias por recibirnos, siempre es un honor visitar al gran jefe koda- dijo uno de los hombres mientras andaba.
-Soy yo el que agradezco que hayáis venido hasta aquí, estoy seguro que fue un largo camino, adelante sentaos- dijo el pelirrojo de la misma forma formal en que había hablado su aliado dándole un apretón de manos.
Y así dió lugar a la tan esperada y necesaria reunión entre ambas tribus para hacer frente a sus mayores enemigos, los conquistadores.
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Las hijas de Shabeel
De TodoEn un mundo donde lo arcaico y lo moderno conviven, se encuentran decenas de tribus que viven dentro de los bosques de forma pacífica y ajenas a los problemas externos, mientas que, a las afueras de estos se alzan grandes ciudades con alta tecnologí...