Entrada la noche del tercer día las chicas empezaron a despertar, los hombres habían empezado a darles menos dosis de sedante para no quedarse sin el antes de llegar a su destino, pero lo que no sabían es que las chicas eliminaban la droga muchos más rápido que una persona normal debido a su don.
Las dos chicas estaban tumbadas de lado y atadas a un palo en el suelo, a su espalda se encontraban los 3 hombres, dos de ellos dormidos y el último vigilando, una pequeña hoguera separaba a los tres hombres de las jóvenes.
Akili se despertó, estuvo varios minutos pestañeando intentando enfocar su vista y ver dónde estaba, estaba muy mareada, la chica se movió un poco y notó que seguía llevando su cuchillo, después empezó a susurrar muy bajito, lo suficiente para que solo el super oído de su hermana pudiera escucharlo.
-kim, ¿Estás despierta?- dijo Akili con esperanza. Al principio no pasó nada pero unos minutos después pudo ver que su hermana se movía, lo que le indicó que si lo estaba.
En ese momento Akili comenzó a moverse muy despacio intentando alcanzar el cuchillo que llevaba encima y tras un largo rato lo consiguió, así que la chica comenzó a cortar las cuerdas de sus muñecas mientras intentaba comunicase con su hermana de nuevo.
-kim, ¿Me escuchas?- dijo en un pequeño susurro inaudible.
La pequeña Kimya había despertado minutos después de que lo hiciera su hermana, pero apenas podía abrir los ojos o moverse, se encontraba demasiado mal, aún así pudo escuchar a su hermana llamándola e hizo todo lo posible para contestarle hasta que lo consiguió.
-A-Aki...-dijo la pequeña en un suspiro que apenas sonó, pero de alguna manera la joven si pudo escucharla, quizá aquella situación extrema había despertado su don, o al menos, parte de el.
-Escuchame, 3 hombres nos han secuestrado y atado, pero tranquila estoy intentado desatarme, tu también tienes que intentarlo, saca tus garras y rompe la cuerda, pero tienes que ser muy silenciosa y no moverte casi, cuando me desate lucharé contra ellos, tú debes esconderte, ¿Escuchaste? Intenta desatarte y cuando yo me levante tú te escondes, si ves que voy perdiendo entonces corre- terminó de decir la mayor con un tono de voz tan baja que solo su hermana podía escuchar.
-Sí... Entiendo...- dijo Kim también en un susurro cuando su hermana dejó de hablar, para despues sacar las garras y empezar a cortar la cuerda de sus muñecas y tobillos muy despacio.
Para cuándo Kim contestó Aki ya tenía las manos sueltas, pero antes de seguir haciendo nada cerró los ojos y se concentró a pesar del fuerte dolor de cabeza, aplicó lo que Chris le había enseñado y pudo detectar levemente donde se encontraba cada hombre, y tras estar segura de que no le miraban fue moviendo las piernas hasta que la cuerda de los tobillos estuvo a la altura del cuchillo.
Por otro lado la pequeña, ahora más consciente de la situación seguía cortando las cuerdas con sus garras, pero estaba tardando demasiado ya que estaba muy débil y mareada.
La hermana mayor una vez que acabó de cortar ambas cuerdas esperó sin moverse y concentrada a que su hermana terminara.
-Yaaaaa- susurró Kim una vez se deshizo de las cuerdas.
-Bien, acuérdate, cuando me levante escondete y si no puedo con ellos vete, ¿podrás hacerlo?- le comentó Aki preparada para levantarse, ya que vio que el hombre que estaba vigilando se levantaba y caminaba hacia ellas, quizá se había dando cuenta de que se movían.
-Puedo- volvió a susurrar Kim en respuesta a su hermana.
Nada más escuchar la respuesta de la menor, Akili se giró y se levantó rápidamente pero el mareo pudo con ella y empezó a tambalearse dando un traspiés, había perdido el efecto sorpresa. Al mismo tiempo Kimya se había levantado poco a poco y se había refugiado en un árbol varios metros atrás, la chica al igual que su hermana tuvo que apoyarse donde pudo para no caerse.
-EH, HOMBRES- gritó Dominic al ver a la chica levantarse y dirigirse hacia el mientras se tambaleaba, el hombre se dirigió hasta la chica con las manos vacías para detenerla ya que no la veía una amenaza, pero repentinamente la mano de la chica pasó con rapidez cerca de su cuello causándole una pequeña herida que apenas sangraba, el hombre dió varios pasos hacia atrás sorprendido y pudo ver que Aki tenía un cuchillo -LAS NIÑAS SE ESCAPAN- gritó el hombre para después abalanzarse contra la joven, ahora más precavido.
Akili tras fallar el primer golpe chasqueó la lengua, aquella droga le estaba pasando factura, se le movía todo y veía doble, aún así eso no le detuvo, se quedó completamente quieta intentado enfocar y esperó a que el hombre llegará hasta donde estaba, una vez estuvo lo suficientemente cerca, se agachó y se dirigió hacia delante pasando por debajo del brazo ajeno causando una gran y profunda raja en el abdomen de Dominic, al sentir la herida el hombre cayó al suelo retorciéndose de dolor.
A la chica se le vino el mundo encima con ese movimiento y acabó cayendo al suelo, aún así intentó levantarse rápidamente ya que los otros dos secuestradores estaban despiertos, pero antes de que se pudiera levantar la cabeza recibió una fuerte patada en la tripa que le hizo retroceder y caer de nuevo al suelo. La pequeña solo pudo quejarse y encogerse por el dolor.
Mientras tanto, a unos metros se encontraba la pequeña Kimya observando aquella escena asustada, al principio cuando su hermana tiro al suelo a ese gigante la pequeña sonrió, pero aquella pequeña chipa de fe se fue cuando vio que su hermana fue brutalmente golpeada por aquel grande chico de pelo negro, pero entonces recordó las palabras de su hermana "3 hombres nos han secuestrado", en ese momento Kimnya dejó de mirar a su hermana para recorrer con su vista el lugar donde se encontraba antes, al lado del fuego había un hombre rubio muy agitado y enfadado que no paraba de mirar hacia todas las direcciones, con solo mirarlo la pequeña pudo entenderlo perfectamente, la estaba buscando.
En ese mismo momento y más alejados, se encontraban las dos personas vestidas de negro subidas a un árbol y mirando atentamente la escena.
-¡Guaaauu!! La niña tiene agallas- extramó la mujer.
-Parece que no fue una perdida de tiempo quedarnos- respondió el hombre con los ojos clavados en la escena.
******************************
Bueeeno, parece que se puso interesante. Espero que les esté gustando. Nos leemos😎.
ESTÁS LEYENDO
Las hijas de Shabeel
RandomEn un mundo donde lo arcaico y lo moderno conviven, se encuentran decenas de tribus que viven dentro de los bosques de forma pacífica y ajenas a los problemas externos, mientas que, a las afueras de estos se alzan grandes ciudades con alta tecnologí...