Akili se encontraba tirada en el suelo, encogida y con las manos en el estómago, esa patada le había dolido mucho y su mareo no ayudaba en nada.
Aún así no se rindió, la joven levantó un poco la cabeza para observar que el hombre pelinegro se acercaba de nuevo, una vez estuvo muy cerca de la joven levantó su pierna para volver a patearla pero Aki ya estaba preparada, así que rodó hacia atrás por el suelo y se incorporó como pudo, una vez de pie y con el cuchillo en la mano comenzó a atacar a su enemigo una y otra vez pero el hombre era realmente bueno, la mayoría los esquivaba y los que le daban solo le causaban heridas leves, la lucha estaba durando demasiado, ya que sabía que en cualquier momento podía desmayarse, aún así siguió esforzándose, en ese momento movió lo ojos por todo el lugar buscando a su hermana, la chica palideció al verla, Kim estaba siendo perseguida por el secuestrador rubio, debía darse prisa y ayudarla.
Kim, que estaba detrás del árbol veía como su hermana esquivaba la patada y se ponía de pié, a la pequeña le brillaban los ojos, pero el brillo se acabó cuando descubrió que ese gran hombre rubio se dirigía hacia ella con un enorme cuchillo, entonces recordó lo que le dijo su hermana "si ves que voy perdiendo, huye", Kimya negó con la cabeza, no pensaba irse sin su hermana, así que sacó sus garras y esperó pacientemente a que el rubio llegara hasta ella, una vez el hombre llegó al árbol, lo rodeó para coger a Kim pero esta levantó muy fuerte el brazo y le dió un zarpazo en el pecho, el hombre gritó y cayó de rodillas, inmediatamente Kimya se dió la vuelta y empezó a correr hacia donde estaba la hoguera pero al girarse observó que el hombre le perseguía, su arañazo fue demasiado superficial, así que corrió y corrió pero el hombre no se rendía, se veía muy enfadado.
En algún momento el rubio había cogido una piedra que lanzó con gran puntería a Kim, dandole en el hombro, la menor se cayó y al girarse ese gigante ya estaba encima suya, el hombre levantó el cuchillo y ella cerró los ojos pero el corte nunca llegó.
Cuando Akili vió que su hermana estaba junto a la hoguera y era perseguida por ese gigante supo que debía darse prisa, perdió la paciencia y se lanzó al peli negro sin pensar, pero solo consiguió fallar mientras que ella recibía varios puñetazos del hombre, en la cara, pecho y estómago.
La chica fue empujada y cayó de nuevo al suelo, y mientras intentaba levantarse pudo ver cómo su hermana caía al ser golpeada con una piedra, NO pensó Akili en su mente, en ese momento enfrió su cabeza y pudo ver claramente, así que se quedó quieta en el suelo esperando a que el pelinegro volviera a golpearla y cuando estuvo lo suficientemente cerca levantó el cuchillo y lo clavó en el pecho de su agresor con toda la fuerza que tenía, inmediatamente el hombre escupió un montón de sangre por la boca que cayó en la cabeza y ropa de la chica, después su ojos se quedaron en blanco y cayó al suelo como si de una piedra se tratara, de inmediato sacó el cuchillo del pecho del desconocido y se dirigió hasta donde estaba su hermana.
Kimya había cerrado los ojos esperando el corte, pero nunca llegó, en su lugar solo sintió pequeñas gotas calientes caer sobre ella, inmediatamente abrió los ojos, su hermana estaba ahora encima de ella, Kim miró hacia el lugar donde antes estaban luchando la joven y el pelo negro y lo único que pudo observar fue al hombre tirado en el suelo rodeado de una gran mancha roja, rápidamente dirigió su vista a su pecho, montones de gotas rojas caían en el, así que fue levantando la cabeza poco a poco hasta ver qué esa sangre venía del brazo de su hermana, Akili tenia un gran y profundo corte en su brazo izquierdo que no paraba de sangrar, pero aún así pudo reaccionar, levantó su brazo sano y golpeó la mandíbula del rubio muy fuerte, haciéndolo caer hacia detrás, el gigantón una vez tirado en el suelo comenzó a reírse.
-Jajajaja, oye niña este cuchillo tiene un veneno muy fuerte y soy el único que sabe cómo hacer el antídoto, si me matas tu también morirás, así que yo de ti estaría quietecita-.
Akili palideció por un momento pero aún así consiguió hablar -Prefiero morir a ser esclavizada- rápidamente la joven avanzó y clavó el cuchillo en la garganta del hombre, atravesándole el cuello, un gran chorro de sangre acabó salpicando a la chica a la cara mientras que el rubio caía pesadamente y con convulsiones.
La mayor sacó el cuchillo del cuello del hombre y se puso de pie pero antes de que pudiera hacer nada, todo se volvió borroso y cayó al suelo.
Kimya al ver a su hermana herida en el suelo se levantó y corrió hacia ella.
-AKI, AKI, AKILI- gritaba Kim mientras lloraba, la pequeña estaba ahora sentanda al lado de su hermana y sacudía el pecho de la mayor muy lento para que despertara, pero al ver que no hubo respuesta se levantó y fue corriendo hacia Dominic, que aún estaba vivo pero agonizando por el gran corte en el estómago. Kim llegó hasta el hombre y le dió una patada en la herida, el secuestrador se quejó y le insultó.-¿QUÉ VENENO TENÍA EL CUCHILLO? ¿COMO LA CURO?- pero Kim no obtuvo respuesta así que volvió a levantar su pié pero esta vez no fue una patada sino que pisó el lugar de la herida y empezó a apretarla, la sangre salía sin parar de su tripa incluso pudo ver partes de su intestinos que estaban por salirse, aún así a Kim no le importó, dejó el asco a un lado y volvió a gritarle -RESPÓNDEME-.
-Prefiero morir a decírtelo, estúpida niña- contestó al fin el hombre en un susurro y con tono de dolor.
Al escuchar la respuesta Kim gruñó y sacó sus dientes, después chafó muy fuerte la herida del hombre, unas cuantas veces, hasta que finalmente el hombre dejó de moverse. Después volvió llorando hasta donde estaba su hermana y se arrodilló a su lado.
-Snif, snif, lo siento- susurraba la pequeña con la cabeza apoyada en la barriga de su querida hermanita.
*Snif: es el sonido que haces al llorar o al sorber los mocos, interpretarlo como mejor lo veáis.
ESTÁS LEYENDO
Las hijas de Shabeel
RandomEn un mundo donde lo arcaico y lo moderno conviven, se encuentran decenas de tribus que viven dentro de los bosques de forma pacífica y ajenas a los problemas externos, mientas que, a las afueras de estos se alzan grandes ciudades con alta tecnologí...