Capitulo 16 _ todo contigo _

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Odette.

Salgo del trabajo y me dirijo de prisa a casa. Me encuentro decaida, hoy mi amiga no ejerció su empleo ( otra vez, la decima de hecho) faltar a su turnos se ha vuelto lo usual durante este ultimo tiempo. Tami aun esta triste por todo lo ocurrido hace un mes, no puede olvidar como Oliver ha confesado delante de sus amigos y de nosotras que estaba saliendo con Florencia, cuando se creía que su única conquista era mi amiga.

Como su amiga y hermana de corazon, no me siento para nada bien al saber lo fragil que se cree, la nostalgia que la desborda por una persona que la ha determinado insignificante. Ya no sé que hacer para que regrese con aquella sonrisa suya, tan sublime que la caracteriza.

Mi unico anhelo en este momento es ser su fuerza.¿Qué sería suficiente para demostrar que puedo?

Doblo la esquina y paso por el almacén cerca de casa a comprar pan para el almuerzo. El negocio es atendido por dos hermanos que se llevan muy bien, hasta bromean entre ellos para hacer reír a los clientes. Sonrio, ojalá yo pudiese animar a alguien así pero ¿se amar para ello?

El amor siempre ha estado tan apartado de mi; apenas nací, en la infancia y la mitad de mi adolescencia y en cuanto lo puedo sentir no puedo compartirlo.
Gracias a mi amiga, a su familia y a Holter he sido muy feliz durante el último tiempo pero si ellos no están bien ¿cómo seguir? ¿qué tanto podría hacer por los que más quiero?

Al salir del almacen solo reprimo las lagrimas que me causan el pensar tanto en lo que duele. No puedo animar y demostrarle a Tami que no debe sentirse acabada, la entiendo, le gustó el chico equivocado y esté la decepcionó pero ella vale mucho y no es justo que deje de lado su vida, sus sueños por él.
Exhalo y asimilo que ya me encuentro sollozando en silencio tambien con tan solo recordar a mi amor Holter. Tampoco he podido contactar con Liam y explicarle que su amistad ha sido verdadera, que nunca le fallaria a pesar que he ocultado un secreto. Lo necesito y simplemente porque lo quiero.

Me apoyo sobre una pared ubicada frente al departamento, tan solo a metros de mi hogar. Mi estado de ánimo decae sin darme cuenta, tan solo lo noto en cuanto siento caer lágrimas sobre mis mejillas, mientras me abrazo a mi misma. Suspiro cansada, el que Oliver haya mentido y roto el corazón de Tami, y que Liam, al parecer no me haya perdonado ser una amiga que le esconde algo por su bien, pues me causa nostalgia y no tendría porque, no soy culpable al respecto de nada ¿verdad?
Cierro los ojos ¿Qué nada hago bien?

— creí que nunca volvería a verte —  comenta una voz demasiado familiar, una por la cual abro los ojos lentamente; sonríe pero yo no, su presencia me deja un sabor amargo en la boca, recordando la última vez que ví a la persona que está frente a mí, a aquella que me golpeó en cuanto huí de mi antigua casa — y  no me iré hasta platicar, hermana.

Hace diez minutos que estamos en un bar, Justin me ha pedido con cierta amabilidad que almorcemos juntos, aunque sea un sándwich y jugo. No pude negarme, a pesar que no me gusto la idea acepté, la principal razón: siempre quise un momento lindo con mi hermano y aunque estemos en silencio, y sepa perfectamente que no le importo, me siento bien.

Antes de aceptar tal invitación le he enviado un mensaje a Tami, en el mismo le escribí que llegaría tarde a casa y que no me espere para el almuerzo. En el texto añadi emojis y corazones para que no se vea demasiado cortante, ademas le dan un toque de cariño, porque quiero mucho a mi mejor amiga, incluso siento que no debo ocultarle que estoy con Justin, porque de cierto modo la considero una hermana, parte de mi, ella si me ha hecho sentir lo que es una verdadera familia.

Bebo despacio el zumo de durazno que he pedido, está rico y lo dulce me relaja. Porque si, no seré desonesta, estar aquí, en un bar y junto a la persona que llamaba mí hermano, es extraño para mí después de no saber de él hace tiempo. Algunos podrian pensar en que si he perdonado a Justin, a este chico frente a mi que hace apenas dos años atras lo he visto y hablado con él por última vez hasta hoy. Y no, no sé si alguna vez podré perdonar que él siendo de mi misma sangre me haya traicionado, haya ocultado el secreto de aquellos que consideraba padres.

Siempre tuyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora