Capitulo 34: Joe

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La mañana siguiente fue una tortura.

La mirada de todos estaba puesta en mi. Desayunamos en silencio, minutos después me levanté para lavar mi tazón que se veía realmente asqueroso con restos de cereales. Cuando volví a la mesa otra vez todos pusieron su mirada en mi, ya me estaba enfadando.

—¿Quien eres? - murmuré echándole un vistazo al chico de cabello castaño que se encontraba tomando una taza de café.

—Oh, soy Owen - carraspeó incómodo.

—Eso ya lo sabemos - resopló Bruno tomando asiento a mi lado. - ¿cómo planeas ayudarnos?

Owen quedó en silencio, como si estuviera meditando en la pregunta de Bruno, pero entonces Carlos decidió acudir a su rescate.

—No importa quien es, él nos ayudará...

—Le estamos preguntando a Owen, no a tí - repliqué molesta.

Carlos me observó con una expresión de asombro pero enseguida se recuperó.

—Sofia - dijo con voz severa - no tienes que comportarte así.

—No te confundas Carlos, no estoy actuando por puro resentimiento, solo quiero que él responda a nuestras preguntas, tú eres el único que lo conoce y estoy segura que no nos dirás nada sobre él - lo miré disgustada - es un desconocido para nosotros y necesitamos respuestas.

—No es necesario...

—Si, lo es - interrumpió Charlie, que se encontraba sentado a su lado - nos jugamos demasiado al rescatarlo, es lo mínimo que puede hacer.

Por un segundo, mis ojos hicieron contactos con los de Charlie, provocándome un ligero estremecimiento, pero aparté la vista rápidamente.

—De acuerdo, les diré  - suspiró Owen, juntando sus manos con incomodidad - soy policía encubierto - confesó.

Todos nos miramos atónitos.

—Si mal no recuerdo, la policía está involucrada en el secuestro - recordé.

—Si, pero yo no - aseguró  - en realidad soy un  detective novato, estoy por  ascender a detective mayor, ese es uno de los motivos por el que pienso ayudarlos - admitió - y el segundo, es porque hace porque hace poco tiempo, con un colega, descubrimos que hay varios casos conectados a este.

—¿Varios casos? - Charlie  se veía preocupado - hermano - dijo volviéndose a Carlos - ¿Tú sabías de esto? - Carlos asintió y yo no pude evitar soltar una carcajada seca.

—Ahí está - resoplé - ¡otra cosa más que nos ocultan! genial.

—No hubo tiempo para dar explicaciones - se defendió - pero ahora sí, ha llegado el momento.

—¿Y que esperas? - gruñó Bruno. - habla de una maldita vez...

—Los secuestradores no querían a Ana - dijo mirándome con tristeza - te querían a tí, Sofi.

Me quedé un minuto en silencio. Me querían a mi, pero...¿Por qué?

—Explicate - susurré abrazándome en mi asiento. Sentía un escalofrío correr por mi espina dorsal.

—La verdad es que no sabemos mucho - negó pasándose una mano por su cabello alborotado - cuando estaba en la secta, descubrí que vigilaban a Anabeth prácticamente desde los diez años - mis ojos se ampliaron ante aquella información - el hospital al que asistían ambas para sus vacunas, en realidad es una fachada.

—¿Una fachada? - chilló Bruno.

—No eran vacunas normales las que les daban...eran drogas experimentales.

—Estas diciendo que...- inhale fuerte, sintiendo que me faltaba el maldito oxígeno - ¿que experimentaron con nosotras?

—¡Es una locura!- bramó Charlie, levantándose de su asiento - tiene que ser una jodida broma...

—Lamentablemente no lo es - interrumpió Owen - con mi colega, descubrimos casos conectados a este, desapariciones misteriosas, aún no logramos descifrar que es lo que tienen en común todos los desaparecidos. - admitió frustrado.

—Aguarden - dijo Charlie, pensativo - ¿Por qué querrían llevarse a Sofía?

—Eso no lo sabemos, pero creo que tiene algo que ver con el hecho de su origen - Carlos me observó con cautela, como esperando a que me lanzará encima suyo -  los secuestradores experimentaron en un principio con ambas, cuando eran niñas, luego solo con Anabeth creyendo que ella era la chica adoptada. Aún no sabemos en qué consiste el experimento.

—¿Y cuáles son los otros casos? - dije con voz ahogada - ¿Cómo es que están conectados?

—No debería decir esto - murmuró Owen preocupado - hay un caso de hace veintidós años atrás, en Colombia - explicó - un niño del orfanato estatal fue asesinado por una mafia.

—Oh por dios - susurró Bruno.

—El niño se llamaba Williams, tenía cuatro años - mi corazón dolía al imaginar el sufrimiento de aquel niño - el caso fue archivado por muchos años hasta ahora, otro de mis colegas tomó el caso y descubrió que el niño era parte de un experimento desconocido, la mafia Italiana, Cosa Nostra, sabía sobre aquel experimento y por ese motivo asesinaron al niño.

—Eso quiere decir que lo que sea que fuera ese experimento, si asustó a la misma Mafia, definitivamente es algo malo - acotó Charlie llevando una mano a su frente - ¡cielos!

—Lo es - afirmó Owen - el hermano del niño, Joe, escapó del orfanato después de que su hermano murió, en aquel momento Joe tenía nueve años, aún desconocemos su paradero.

—Entonces tenemos que averiguar todo esto de inmediato - dije exasperada - necesitamos buscar más información.

—Creo que conseguiremos información sobre eso en cuanto encontremos a Joe - mencionó Carlos - aunque si él escapó y hasta ahora no se sabe nada de él, eso quiere decir que probablemente esté muerto. - suspiró.

—O probablemente esté vivo y solo es muy inteligente para ocultarse - contraatacó Charlie.

—¿Que quieres decir? - pregunté. Charlie me observó con una pequeña sonrisa. Era la primera vez que nos veíamos a la cara y hablabamos. - ¿si está vivo por qué se ocultaría?

—Un cazador se oculta para no asustar a su presa

—¡Pero Joe no es un cazador! - bufó Owen

—Pero tiene presas - murmuré entrecerrando los ojos hacia Charlie - creo que entiendo tu punto

Owen nos observaba con el ceño fruncido, un segundos después su semblante se iluminó.

—¡Las presas! - exclamó -  El viejo Tony, Mark Walker, Vito Marcelo, entre otros...ellos fueron participes del asesinato del niño Williams...todos ellos fueron asesinados.

—¿Ellos eran mafiosos?

—Creo que la mayoría si, tendría que consultarle a mi colega, él fue quien tomó el caso.

—Entonces, si las víctimas eran parte de la mafia...- Charlie me miraba con un brillo peculiar en sus ojos.

—Joe debe estar ahí.

Prometo encontrarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora