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20- "Final"

—Papá, su ejército está aquí y no podéis derrotarlos, ¿e intentas convertirte en su líder?

—Quizás es verdad, pero si yo no puedo tengo a la persona indicada. —respondió.

—¿Y bien?

—Jonah.

Una explosión se escuchó cerca.

—¡¿Os recuerdo que estamos en medio de una guerra?! ¡No es hora de pasar tiempo padre e hija! —exclamó Daniel mientras luchaba contra un espectro.

Nos miramos y nos dispusimos a luchar.
Al rato escuché un gritó cerca mía.

Mierda Corbyn.

—¡Corbyn! —grité dirigiéndome hacia él—¡¿Qué te ha pasado?!

No me miró a los ojos.

—Nada —iba a preguntar a cerca de su comportamiento cuando volvió a hablar—. Debemos volver a por Paul, no tardará mucho en venir y es mejor ir nosotros a por él.

—Pero ninguno de los dos estáis en condiciones para ir Corbyn. —dije refiriéndome a Grace también.

—Estoy bien, y Grace aunque no pueda ir podremos ir tú y yo. Kat, es nuestra última oportunidad de acabar con todo esto.

Después de unos segundos de silencio accedí.

—Como te mueras te juro que moriré yo también solo para atormentarte en el otro mundo.

—Kat, yo nunca he estado vivo. —respondió.

Rodé los ojos y nos dirigimos lo antes posible al otro mundo.

En realidad, era muy triste que el hombre al que amas nunca llegará a estar vivo...

Pronto se acercaba el final, y no todo iba a ser bueno.

~•°•°•~

Narrador omnisciente

Paul se encontraba sentado en su trono junto a unos fantasmas.

Estaban planeando el final.

—¡Dije que me dejaréis solo! —gritó.

—P-pero señor, son realmente fuertes... —contradijo uno de los fantasmas.

Paul soltó una risa— ¿Estáis cuestionando mi fuerza?

Los dos fantasmas —con miedo— negaron.

—Eso pensaba, no tardarán en llegar, mientras tanto vigilad la zona. Haced que tarden en llegar hasta mi.

—¡A la orden! —respondió uno.

Dicho eso, los dos fantasmas salieron de la sala.

Paul se levantó de su trono mientras se dirigía a un gran cuadro donde aparecía su reino.

Recitó unas palabras y el cuadro se abrió por completo, dejando al descubierto un hueco donde había un libro junto a un medallón.

Ese era el libro real.

Paul se puso el medallón y esperó a que se los dos contrincantes llegasen.

Katherine y Corbyn tenía que conseguir ese medallón para controlar a todo el ejército del mundo paralelo.

Narra Katherine.

—¡Venga Corbyn! Todavía no hemos llegado a la casa de Colette. —le dije mientras le esperaba unos pasos por delante.