| Capítulo 6 |

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Después de que se retirara Law del lugar, Marco recordó la razón por la que estaba allí:

—Cierto, Shanks, el subdirector Garp me mandó a buscarte. La reunión acabó antes dee lo estimado, quiere que lleves a los chicos cuanto antes.

—Bien, supongo que ya sabe qué fue lo que hizo Sengoku —respondió Akagami algo divertido—. Parece que nada va a permitir que termines de contarme todo lo que ha pasado Luffy, pero bueno, ya habrá tiempo después -concluyó mientras le daba el último sorbo a su café.

—Pensé que podría descansar un poco más antes de encontrarnos con el viejo... —decía sin ánimos el pecoso, a la par que su rubio hermano le ponía una de sus manos en el hombro.

—Vamos, Ace, mientras más rápido nos enfrentemos al viejo será mejor.

—Rápido —se quejaba el más pequeño desesperado—, llevo dos años lejos, no puedo llegar tarde a la reunión de esta tarde o se preocuparán más si no llego.

—Luffy, ¿qué pusiste en la carta que les enviaste a tus amigos?

—Eh, nada....

—Si no es nada, no importará que no vayas hoy —sentenció el pecoso, el cual se percataba de que su hermanito había escrito algo que preocuparía a sus amigos.

—... Tal vez terminé la carta con un "no manden la respuesta porque cuando llegue será muy tarde". Después de enviarla pensé que se podrían preocupar por eso...

—¿No les dijiste que nuestro traslado estaba cerca? —preguntaba Ace molesto, sabiendo de antemano la respuesta. Todos los años que llevaban juntos no habían sido en vano.

—No.

—-¿¡CÓMO PUEDES PREOCUPARLOS ASÍ!? ¡AHORA MISMO VAMOS AL HOSPITAL PARA QUE CHOPPER LES AVISE!

—Ace, vamos a hacer el trámite para que pueda llegar a la reunión y darles la sorpresa, por favor.

—¿¡Es que cómo puede preocuparlos así!? —comentaba irritado el pelinegro— Espero que sea lo único que se pueda interpretar de mal modo.

—Sí... vámonos ya, antes que se haga más tarde —decía el menor de los hermanos mientras tomaba de la muñeca a Shanks y Sabo para salir del establecimiento.

—Sigue teniendo la misma energía de siempre —mencionaba Marco, el cual se había quedado de lado mirando con ojos amenos.

—Sigue siendo el mismo de siempre. Solo ha aprendido a ir tomando mejores decisiones con el tiempo.

—Por tu tono diría que es algo malo, ¿pasó algo, Ace? —preguntó el rubio, con curiosidad y preocupación. En el tiempo que conoció a Luffy, el pequeño realmente se había ganado algo de su aprecio.

—Nada importante..., ahora —el pecoso sonrió para acabar de calmar a su acompañante.

—De acuerdo. Salgamos también, que sino te dejarán y Garp te recibirá con su golpe de amor por llegar tarde.

—Cierto —un escalofrío recorrió la espalda de Ace, sacudiéndolo, junto con los numerosos recuerdos del golpe en su cabeza—, ¿vienes con nosotros?

—Los alcanzaré después, tengo que ver a alguien todavía.

—¿Alguna chica? —mencionó el pecoso con cierta picardía.

El rubio no pudo evitar sentirse incómodo ante tal comentario, riendo inconscientemente mientras decía—: Eh, sí, quedé con Koala, este café es un punto de reunión muy frecuente en las mañanas.

—¿¡KOALA!? —Ace no pudo aguantar tal asombro. Nunca hubiera pensado que Marco y ella podrían tener algo.

—Sí, eso dije... Deberías irte ya.

MAKTŪB - [ Lawlu ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora