| Capítulo 21 |

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Media hora antes de que Chopper recibiera la llamada de Usopp, dos agotados hermanos llegaban a su casa esperando encontrar la despensa a la mitad, o completamente vacía. A esas alturas ya era una costumbre apostar sobre el tamaño de los víveres cuando el menor se quedaba solo en casa, aunque cuando sabían que eso pasaría, el rubio le pedía al chiquillo que comiera cierta parte, para que así el pecoso perdiera y, por lo tanto, le tocara reestablecer todos los víveres.

Llegando de la larga jornada, Ace hacia su última jugada—: Apuesto que ya no queda nada. Y además está dormido en el sofá.

Pero ninguno se esperaba lo que iban a encontrar al abrir aquella puerta; no había rastro de su pequeño hermano. Aquella novedad se pintó en ambos rostros con una extraña mueca.

—Oi, Sabo, ¿no ya es demasiado tarde como para que Luffy no esté en casa? —el mencionado asintió.

—Puede que se quedara con Sanji y Nami, recuerdo que se ofrecieron a acompañarlo con Chiffon, y después para llevar a Lola —mencionó el rubio, relajado, pues era raro que aquel pequeño se separara de sus nakamas o de ellos.

—Llamaré a Sanji —dijo Ace mientras sacaba su celular y buscaba el número del cocinero.

#Teléfono de Sanji

—¿Bueno? contestaba una voz femenina.

—¿Nami?

Sí, Ace, soy yo, te paso a Sanji-kun.

—Hola, Ace, ¿qué pasa? ¿Luffy de nuevo se acabó toda la comida? ¿Necesitan que les lleve algo de cenar? —decía el rubio con gracia.

No en realidad, de hecho, ¿Luffy no se encuentra con ustedes? preguntaba el pelinegro preocupado, aun si ya sabía la respuesta.

—¿Luffy? No, dijo que se quedaría un rato más, y de eso ya hace fácil media hora. ¿Por qué, le pasó algo? habló Sanji un poco más serio.

Es que nosotros acabamos de llegar y él no está, así que pensamos que estaría contigo comiendo sin quererlo, los nervios empezaban a entonar su voz.

Puede que fuera a comer a algún lugar cerca, le marcare a Robin-chan para saber si sabe algo sobre él, en un rato te regreso la llamada.

Muchas gracias, Sanji. Mientras le marcare a unas amigas que acaban de llegar, puede que Luffy esté con ellas.

De acuerdo. Cualquier cosa avísenme y colgó.

Ace, empezaba a entrar en pánico, si su hermanito se había quedado solo podía correr muchos peligros. Miró a Sabo, y supo que ambos pensaban lo mismo, así que se apresuró y marcó el número de Rebecca mientras emprendían el camino a los restaurantes que estuvieran dentro del área de la casa, o de la ciudad de ser necesario. Y al final, Ace volvió a terminar la llamada, soltando un suspiro de desesperación.

—¿Tampoco saben nada? —preguntaba Sabo.

—No, ellas no lo han visto desde que se fueron del entierro... —dijo, jugando con su labio, y en seguida agregando—: Bueno, además dijo que le marcará a Trafalgar...

—Aun si él supiera dónde está, no creo que nos diga nada —el rubio también empezaba a perder la cabeza, sintiendo el mismo nudo en el estómago que Ace, el cual les hacía tener un único deseo: despertar del mal inicio de una segura pesadilla.

MAKTŪB - [ Lawlu ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora