| Capítulo 10 |

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Una vez habiendo llegado a su destino todos bajaron de sus respectivos automóviles, serios como el momento lo precisaba y, en cuanto a Luffy, sonriendo como si la conversación con su azabache acompañante nunca hubiera pasado.

Sabo se acercaba donde su hermano menor para mostrarles la estrategia que había planeado en el camino, detrás suyo le seguía un pecoso algo más preocupado que antes.

—Bien, estos son los planos más exactos que consiguieron del lugar, al parecer tiene dos puertas. Ustedes dos estarán en la puerta principal —el rubio señaló a la pareja de azabaches, clavando sus azules ojos en cada uno por segundos—, mientras Ace y yo iremos a la puerta trasera. Enciendan y ajusten los comunicadores en la línea tres, ¿entendido? Entraremos al mismo tiempo y si notan algo raro salgan inmediatamente, y avisen, puede que sea una trampa.

—Bien, empecemos —decía un muy animado Luffy, asintiendo.

Los hermanos se encaminaron a su lugar, dejando a Law y Luffy en la puerta principal esperando su señal para entrar.

—Sabo, ¿qué haremos si resulta que él es realmente el asesino y esto es una trampa? —preguntó Ace, su desasosiego aumentaba en cada áspero paso que daba, sintiéndose de pronto demasiado alejado de su hermanito.

—Ace, Luffy está con él, si éste intentara hacer algo raro, nos enviaría la señal. Y si fuera así no creo que sea tan idiota de volver a regresar solo, se volvería el principal sospechoso.

—¿Pero y si solo mata a Luffy y después nos mata a ambos en otro "accidente"?, entonces él-

—Hey, tranquilo, te has vuelto más sobreprotector y paranoico desde... Desde... —el rubio se estremeció soltando un suspiro—, desde esa vez.

—Es que no puedo permitirme estar tranquilo con él libre, esas cortadas solo fueron un pequeño aviso y, aun así, Luffy...

—Lo sé, lo sé, pero por eso nos fuimos del pueblo aunque, incluso con nuestro rango de inspectores, el viejo no nos ha dejado regresar. Además ahora nuestra misión es descubrir la inocencia de Trafalgar, resolvamos todo esto volvamos con vida al final. Regresemos a ver a Dadan, Makino y a los demás.

Ace sintió como la espesura que le cubría la vista empezaba apenas a esfumarse, la seguridad de Sabo era distinta, pensó, mientras levantaba la mirada y contestaba—: No sabes como agradezco que ese día no estuvieras, si nos hubiera dañado a los tres..., ¿quién sería el que me apoyaría para que Luffy no me viera tan... Patético?

—Sé que Luffy nunca pensó o pensaría eso, en realidad, alguna vez me dijo que si no fuera porque tú estabas allí, lo habría matado ése infeliz.

—Aún así agradezco que él no me viera tan mal, de alguna forma me alegra que esa vez perdiera la conciencia, estoy seguro de que si hubiera visto cómo hacían las marcas en mi espalda no hubiera salido tan fácil de ese trance.

—Pero bueno, ahora debemos apurarnos en acabar esto para que podamos regresar, vamos —los hermanos llegaron a la puerta trasera listos para entrar.

—Luffy, Trafalgar, a la cuenta de tres entramos, uno... dos... TRES.

Los cuatros, seguros y en posiciones, entraron al mismo tiempo; dentro había una gran cantidad de cajas apiladas y acomodadas a las orillas del lugar, ocupando un gran espacio. Entonces, después de asegurar rápidamente que en verdad estuvieran solos, empezaron a moverse con precaución para inspeccionar las cajas y su contenido.

—Todas las cajas traen las figuras de la baraja inglesa, aunque no es información relevante en realidad... —mencionaba Trafalgar, con rigor y el volumen necesario para que todos escucharan.

MAKTŪB - [ Lawlu ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora