| Capítulo 15 |

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El reloj de la central marcaba exactamente las nueve de la mañana, y un azabache con unas ojeras más marcadas de lo normal se presentaba en recepción para marcar su entrada a la central de policías.

—Hola, Law, parece que no dormiste bien anoche. ¿Por qué no te tomaste el día como los otros tres? —preguntó burlona una chica con una larga cabellera de color verde.

—Será mejor que te calles, Monet, no tengo humor para soportar tus burlas —su tono era filoso e hiriente, en seguida mandándole una mirada que evidenciaba las turbulentas emociones que lo sofocaban.

—Pero si no me burlo, solo me preocupo por mi querido compañero —en su pálido rostro se formó una sonrisa que haría temblar la templanza del más valiente.

—Claro, mejor preocúpate por alguien más —rió sarcástico y terminó de llenar la hoja de registro, disponiéndose a ir a la oficina de su comandante, Mihawk, estando consciente de que no habría mucho que hacer. Tal vez archivaría algunos documentos o algo parecido, algo que le ayudara.

Llamó a la puerta esperando la respuesta, tras recibirla entró encontrando a un pelinegro con ojos ámbar muy llamativos, que imponía respeto con tan solo verlo, pero no era algo que intimidara a Trafalgar Law, sin embargo algo llamó su atención: frente a este hombre se encontraba un pelirrojo, que al oír la puerta volteó.

—Law, ¿no se supone que hoy deberías descansar? —preguntaba amablemente Shanks.

—Sí, pero no tengo mucho que hacer y prefiero invertir mi tiempo en la central antes de ir al hospital, Comandante.

—Oh, ya veo. Deberías descansar más, como doctor deberías saber que es mejor para tu salud.

—Gracias, lo tomaré en cuenta.

—Trafalgar, supongo que has venido por algo sencillo y, aunque no fuera así, no esperaría que fueras a alguna revisión solo, mucho menos después de lo que pasó ayer... —se interrumpió Mihawk mientras mantenía contacto visual con el ojigris—. Podrías ir por Bege a la estación de tren, deberá llegar en dos o tres horas. Le avisé que alguien del cuartel lo iría a recoger, y ahora solo faltaría que tú llegaras. Solo tienes que llevarlo a su departamento y tomarte el resto del día, no hay mucho que hacer por aquí.

—De acuerdo, me retiro —Law salió de la oficina preguntándose porqué estaba el otro comandante (o, como lo conocían los del bajo mundo, Akagami) en aquella oficina.

Tomó su auto y se dirigió a la estación. Conforme las calles se acercaban y se alejaban, Law sabía que esta vez Bege había regresado más rápido de lo normal, por lo tanto algo había pasado.

«Hubieras aprovechado más tiempo con tu esposa y tu hijo, Bege, nunca sabes cuando tu vida acabará, ¿verdad?», reflexionó, concluyendo un: «no deben de tardar en mandarte a alguna misión junto a Gotti».

Cuando llegó a la estación se sentó en una de las bancas esperando algún tren que llegara desde Dressrosa, con el perfil bajo.

—¿Trafalgar? Así que a ti es a quién han mandado a recogerme.

—Sí. Hola, Capone-ya, vamos. Me dieron órdenes de llevarte a tu departamento.

—Mi tren llegó antes de lo esperado, ¿qué te parece si te invito a comer?, de cualquier forma necesito pasar al Barati para entregar unos pedidos de parte de Chiffon y Pudding.

—Bien, supongo que podemos pasar. Se supone que hoy es mi día de descanso.

Ambos investigadores habían empezado a caminar entre la gente. Al parecer no era tan mal lugar para matar a alguien, pero era un lugar público y eso llamaría mucho la atención, más de lo que ya la llamaba. Subieron al coche fijando como destino el restaurante Baratie, el cual era un restaurante muy famoso en los alrededores, aunque tampoco demasiado lujoso, pero tenía que aceptar que la comida era deliciosa y con cierta clase si cargaba.

MAKTŪB - [ Lawlu ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora