Parte 23

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Changmin: Solo quiero recordarte la conversación que tuvimos tú y yo ayer. Más te vale, Minseok, que para este domingo tengas la respuesta que yo quiero escuchar.

Con ese mensaje, Minseok había amanecido. Normalmente, amanecer al lado de Luhan era maravilloso, porque como ella era un poco más madrugadora que él, podía verlo dormir y contemplar su belleza. Además, se daba el lujo de quedarse unos minutos abrazada a él para poder sentir su calidez. Sin embargo, ayer perdió total buen humor ante los mensajes de Changmin. Amanecer con ese malhumor y encontrarse ese mensaje en el móvil, no ayudaron a Minseok.

Minseok: Lo sé, no tienes por qué recordármelo. Deja de ser un estúpido.

Changmin: No te alteres, zorrita; no debes enfadarme. Deberías saber que, tal y como estás, no deberías de abusar de autoridad. Ahora, y desde siempre, quien lleva el mando soy yo.

Minseok: ¿Sí? Primero intenta domar a tu equipo de salvajes de fútbol y, entonces, podrás domarme a mí. Idiota.

De muy mal humor, se levantó de la cama y se fue al baño, dónde hizo sus necesidades más básicas, se lavó los dientes y se aseó un poco. Cuando salió, Luhan recién había despertado ante el constante ruido del móvil de Minseok, el cual no llegó a agarrar, cuando Minseok fue a por él.

-Sea quien sea, es un pesado -Murmuró Luhan.

-Lo sé, perdón; lo pondré en silencio. Sigue durmiendo un poco más. -Le dijo Minseok, sentándose en la cama y dándole un beso en la mejilla a Luhan -Yo iré a la universidad.

-Bien, suerte con ello, preciosa.

Luhan se volvió a tumbar para poder dormir un poco más y Minseok salió de la habitación, intentando aparentar una falsa normalidad. En el pasillo, caminando por la casa, desbloqueó su teléfono móvil y abrió el chat. A parte de algunos mensajes de Baekhyun, muchos eran de Changmin, entre ellos, fotos de ella en ropa interior, desnuda y el maldito vídeo.

La estaba alterando. Él quería eso, que se derrumbara, que llorara, que se destrozara, dejara a Luhan y se fuera a sus brazos para que él pudiera recuperar un poco de la fama que alguna vez tuvo.

Minseok quería llorar, pero se mantuvo firme, como su madre alguna vez le enseñó, y contestó a todos esos mensajes que Changmin le estaba enviando con tanto descaro.

Minseok: ¿Qué quieres lograr con todo esto? ¿Qué buscas mandándome las fotos y el vídeo?

Minseok: Eres patético, Changmin.

Minseok: Déjame ya. Pensaré en ello, lo prometo, pero déjame.

Molesta, se hizo el desayuno, preparó las cosas que iba a necesitar hoy para la universidad y se marchó.

El resto de la mañana, la pasó intentando olvidar el asunto con Baekhyun, la cual era toda una experta en distraer mentes con sus temas tan sin sentido, y con Kyungsoo, la cual siempre tenía temas interesantes de los cuáles hablar. Aunque ninguna de las dos amigas era consciente de lo que sucedía con Minseok, era notable que algo malo le había pasado. Pensando que podría haber peleado con Luhan, prefirieron no tocar el tema por el momento. Si continuaba así, preguntarían.

De alguna manera, hasta la hora de comer, Minseok pudo distraerse. También tuvieron algo que ver los profesores y sus temas aburridos, así como tener que copiar a toda prisa las palabras de la vieja profesora de turno. Sin embargo, cuando llegó la hora de comer, Minseok sintió un mal presentimiento, y con razón.

La hora de la comida implicaba que toda la universidad se reuniera, de un momento a otro, en el restaurante y cafetería del recinto privado. Eso significaba ver, de lejos o de cerca, a la razón de todos sus más recientes males. No se sentía cómoda sabiendo que lo vería, más conociendo como era Changmin de chulo y prepotente. No se sorprendería si este se atrevía a acercarse a ella.

Si tan solo pudiera darle una solución al problema que se le venía encima.

Pensó en contarle a Luhan, pero este era el hermano de Changmin. No quería enfrentarlos más de lo que ya estaban, después de todo, la familia era muy importante. Minseok no dudaba que, aunque se hubieran dado muchos golpes, Luhan seguía queriendo a Changmin como su hermano que era. Pero no quería dejarle. Amaba muchísimo a Luhan, era la razón de toda su felicidad.

Por otro lado, no dejar a Luhan era enfrentarse a que todo ese material saliera a la luz, ser la comidilla de internet y que su madre la odiara de por vida por semejante '' vergüenza familiar ''. Sus padres no la apoyarían nunca, incluso si les mostraba la conversación. Minseok siempre tenía la culpa de todo.

En la cafetería, como esperó, Changmin estaba con sus amigos. Al verla, sonrió y se acercó, con ese caminar chulesco, de falso macho alfa. Minseok miró a otro lado, intentando ignorar su presencia, pero de poco sirvió.

-Hola, Minseok -Saludó, con una calma demasiado extraña.

-Mira que eres pesado, ¿No puedes dejarla en paz? -Protestó Kyungsoo.

-¿Y tú debes hablar por ella? ¿Acaso no tiene boca, o qué? -Contestó uno de los amigos de su ex novio, intentando ponerse por encima de Kyungsoo. De todos modos, una sola mirada de esta fue suficiente para que cerrara su boca.

-¿Qué quieres ahora, Changmin? -Preguntó Minseok, intentando mantener la calma.

-¿Yo? Nada. Solo venía a saludar. Solo a eso, Minseok.

-Bien, pues ya me has saludado.

-No seas tan arisca, gatita -Le susurró -Sabes que no te conviene serlo conmigo.

Con chulería, se marchó, acompañado de su falso séquito de amigos, y Minseok suspiró, intentando no perder la calma. Ignorando todo lo que había sucedido, queriendo quitarle importancia, caminó hasta la barra de la cafetería para pedir de comer. Baekhyun y Kyungsoo la siguieron, confusas.

¿Qué diablos había sido aquello?

El hermano rarito de mi novio - XiuHan / LuMin (Genderbend)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora