El hermano rarito de mi novio - XiuHan / LuMin (Genderbend)

Parte 15

Luhan siempre se había considerado un novio atento, de esos que gustaban de sorprender a su pareja con pequeños detalles. Era consciente de las cosas que, generalmente, disfrutaban las mujeres, así como de las cosas que debía hacer para sorprender a una. Como cualquier mujer, Minseok gustaba de esos detalles pequeños, sobre todo después de pasar por una relación como la que tuvo con Changmin, el cual era un idiota.

Si de algo podía estar seguro Luhan, era que su hermano jamás hizo cosas como esta por Minseok, incluso si era el tipo de chica que lo merecía. Perder el tiempo en preparar todos los detalles para un picnic sorpresa, en realidad, no era perder el tiempo en vano, sino en algo bueno que la haría sorprender y sonreír, mostrando esa sonrisa tan hermosa que ella poseía.

Oh, de solo pensar en esa hermosa sonrisa, Luhan sentía su alma calentarse. Realmente estaba enamorado de ella.

Pero para prepararlo todo, necesitó un poco de ayuda de Jongdae, su mejor amigo, el cual era bastante mejor que él en la cocina. Si debía ser sincero, Luhan era una patata en ese sentido. La última vez que intentó cocinar estuvo a punto de incendiar la cocina de su casa. Sí, no era broma. Así de malo era Luhan en la cocina.

Pero salvo ese detalle pequeñito, el resto lo preparó todo él. Jongdae estuvo encantado de ayudarle, siempre y cuando recibiera créditos por el esfuerzo. Por favor, había tenido que dejar de lado su trabajo para cocinar.

Minseok, por supuesto, no sabía nada. Luhan lo mantenía todo perfectamente oculto, distrayéndola a besos, abrazos, cumplidos y algún que otro coqueteo. Tardó un par de días en tenerlo todo listo, claro. Escoger el sitio, la comida – y hacerla -, el modo de transporte, etc. Eran demasiadas cosas y poco tiempo libre entre unas cosas y otras, por eso tuvo que distraerla.

Menos mal que Minseok se distraía fácilmente al ver una mosca, o cualquier otra cosa más o menos llamativa – según los parámetros de Minseok, cuidado -.

Pero por fin había llegado el fin de semana y, con eso, el día en el cual todo estaba planeado. Empezó llamando a Minseok, con la cual había quedado, para que le esperara en su casa. Changmin estaba ahí, por lo que era peligroso que Minseok fuera quien viniera, además, él era un caballero, y los caballeros iban a buscar a sus chicas a casa, no al revés.

Metió las cosas en su coche y arrancó dirección a Minseok. Al recogerla, esta estaba vestida con una perfección absoluta, algo muy típico en ella, pero Luhan fue capaz de darse cuenta de un detalle pequeñito. Llevaba menos maquillaje y se había puesto un labial más suave.

Le gustaba más así, más natural.

Por supuesto, no dudó en indicarle lo hermosa que estaba y que había notado el pequeño cambio, emocionándola. Si es que, en el fondo, era cierto eso de que Luhan sabía como tratar a las mujeres. Quizás era porque Luhan era mucho más inteligente que su hermano y se molestaba en interesarse por las demás personas.

-¿Dónde vamos?

Como era obvio, Minseok no sabía dónde irían. Solo sabía que debía vestir un poco más cómoda de lo normal, que fue lo que le dijo Luhan, y lo había intentado. Por ejemplo, no llevaba falda, sino unos pantalones ajustados. Algo era algo. Y los tacones eran más pequeños, así como gruesos, no de aguja. ¡De verdad que hizo su esfuerzo!

-Ahora lo verás, es una pequeña sorpresa -Le dijo Luhan -Pero te sorprenderás.

-Mmm... -Minseok sonrió, emocionada -Lo estoy esperando con ansias, sea lo que sea. Cualquier cosa que hayas preparado me encantará, eres increíble.

-Lo sé, gracias. Sé que soy el mejor -Bromeó, riendo. Minseok le golpeó entre risas.

-No te creas tanto...

Luhan condujo hasta las afueras de la ciudad dónde se encontraba un pequeño parque con árboles frutales y matorrales con flores hermosas. Al ver el lugar, Minseok salió del coche totalmente sorprendida.

-Wow... -Murmuró -¡Este sitio es increíble! ¡Es lo más hermoso que he visto nunca!

-¿Más que yo? -Cuestionó. Minseok se giró a verle, traviesa.

-Mucho más que tú -Rió. Luhan se hizo el indignado.

-¡Ah! Tener novia para esto... Para que te diga feo, que fuerte.

Entre risas, Minseok se lanzó para abrazar a Luhan, el cual la recibió entre sus brazos con un fuerte apretón. Pegaditos el uno al otro, se besaron, dedicándose besos cortos pero apasionados. No podían evitar sentirse emocionados por la cita, más Minseok que era toda una sorpresa para ella.

Ya ahí, Luhan rebeló lo que pensaban hacer. Puso un mantel sobre la hierva y sacó la comida, perfecta para comer en frío. Minseok no podía creer que realmente hubiera planeado todo aquello.

Se había ganado la lotería con Luhan, en serio.

Respecto a la comida, estaba muy deliciosa. Luhan le explicó que, en gran parte, estaba hecha por Jongdae, su amigo, a quién ya había tenido oportunidad de conocer. Puesto que él era malísimo en la cocina y quería que saliera todo lo más cerca de la perfección posible, le pidió ayuda.

Minseok se recordó agradecer a Jongdae por el esfuerzo.

-¿Te ha gustado la sorpresa? No es la gran cosa, pero quería que pasáramos tiempo tú y yo juntos, de manera relajada, sabes -Explicó el mayor.

-Luhan, me ha encantado y es todo un detalle lo que has hecho -Le dijo Minseok, sujetando la mano del hacker -No todos hacen esto por sus chicas. Que hayas siquiera pensado en hacerlo me encanta.

Minseok besó a Luhan, como agradecimiento, y este la rodeó con sus brazos. Se tumbó para que ella quedara sobre su cuerpo, entre risas, y sin soltarla, alcanzó con una mano un poco de la comida, para acercársela a la boca. Minseok la abrió y devoró lentamente el trozo dado por su novio, mientras se acomodaba sobre él.

-Ahora yo.

Alcanzó ella un poco y fingiendo el sonido de un avión, se lo dio a Luhan, quien, travieso, aprovechó aquello para lamer, de paso, los dedos de su novia. Ella le golpeó, fingiendo molestarse por eso.

Así, entre risas, el momento romántico se alargó hasta que la posición les fue incómoda, sentándose de nuevo sobre el mantel.

Una cita simple, en apariencia, pero que había sido planeada durante días. Una cita que logró calentar más aún el corazón de ambos.