El hermano rarito de mi novio - XiuHan / LuMin (Genderbend)

Parte 24

Lo había estado pensando seriamente. Después de toda una noche pensando en el tema relacionado con Changmin, salir de fiesta con Baekhyun y Kyungsoo – y tener que ser recogidas por Jongdae y por Luhan por la tremenda borrachera que llevaban encima – y de tener que pasar otro día más soportando los comentarios de su ex novio, sus abrazos y sus amenazas, Minseok había dicho '' hasta aquí ''.

¿Dónde quedó su orgullo? Por el amor de dios, Minseok ya había rebajado bastante su orgullo con Changmin durante el tiempo que estuvieron saliendo, ¿En serio iba a recaer en la miseria de nuevo? ¿Iba a permitir que toda la felicidad que había recolectado en esos meses, se esfumara? No señor. Minseok estaba cansada de ser vista como una mujer florero. Su madre, su padre y Changmin no paraban de tratarla cual muñeco de hilos, pero era Luhan quién la trataba como lo que realmente era ella, un pájaro con ansias de vivir y conocer mundo, experiencias y vivencias.

Al final, lo más importante en la vida era la felicidad de uno mismo, y esa felicidad se la estaba proporcionando Luhan, junto a sus dos amigas, no su madre, no su padre, mucho menos Changmin. Era hora de ponerse seria.

Ese día, quedando tres para el domingo, Minseok se levantó con alma de guerrera. Iba a poner en su lugar – otra vez – a Changmin y se iba a ir tan orgullosa como siempre. ¿Quién se creía él que era? El podría ser el gran Changmin, pero ella era la gran Kim Minseok y nadie mandaba sobre ella. Ya no. Ahora era libre, y como tal, no iba a tolerar que nadie la chantajeara.

El plan de Minseok era simple. Iba a hablar con Changmin, le iba a hacer ver que, hiciera lo que hiciera, no la iba a recuperar; después, buscaría el mejor momento para hablar con Luhan sobre el tema y que la ayudara a denunciar a Changmin por chantaje y, después, esperar a que las cosas sucedieran. Si al final toda la universidad veía esas fotos y ese vídeo, pasaría a estudiar en casa, se mudaría de ciudad y seguiría con su vida. Además, Luhan y ella sabían chino, podían perfectamente mudarse a ese enorme país.

La vida no se acababa, aunque debía reconocer que iba a ser duro afrontar la realidad, si las fotos se veían. ¿Cuántas chicas intentaron suicidarse por ver sus fotos sexuales en la red? Muchas.

Se preparó para irse a la universidad, dejó a Luhan durmiendo en la cama y se marchó. Por el camino, se reunió con sus amigas, como siempre, y juntas hablaron sobre la fiesta de ayer. Salvo Kyungsoo, Minseok y Baekhyun se habían despertado con dolor de cabeza, pero ambas se tomaron pastillas contra eso. Ahora, las dos podían mantener una conversación normal si nadie gritaba excesivamente.

En la universidad, Minseok tomó sus clases junto a Kyungsoo, Baekhyun no tenía las mismas materias.

Durante el tiempo que duraron las primeras clases, entre exámenes y repasos, Minseok siguió pensando en ello seriamente. Estaba decidida, nada podría hacerla cambiar de opinión, pero tenía que medir sus palabras. Conociendo como conocía a Changmin, depende de cómo lo soltara, este se lo tomaría peor de una manera que otra.

Si hacía todo esto era porque Minseok lo dejó, asegurándose de que media universidad escuchara por qué. Echó por tierra toda la reputación del capitán. No se arrepentía de ello, pero quizás no fue del todo acertado hacer eso.

Ya en el descanso, a la hora de comer, Minseok se levantó de golpe, se excusó con Kyungsoo, y se marchó. Sabía dónde buscar a Changmin, por lo que caminó directa al campo de fútbol situado cerca del edificio universitario donde ella estudiaba. El mismo lugar donde alguna vez lo esperó, todos los días, para verle. Cuando llegó, lo vio jugando un partido de práctica con sus propios compañeros, habiendo dividido el equipo en dos. Minseok se quedó observando, callada, hasta que terminaron.

Entonces, Changmin la vio.

Con esa sonrisa chulesca, caminó hasta Minseok. Cuando se encontraron, este intentó abrazarla, pero Minseok lo apartó delicadamente.

-¿Qué te pasa? ¿Tenías ganas de verme?

-No. No es eso.

-¿Entonces? ¿Tienes una respuesta para lo que te dije? -Preguntó, apoyándose en la valla de metal.

-Sí, ya la tengo; venía para contártela.

Confiado en que ella diría que sí quería estar con él, y que dejaría a su hermano, sonrió, esperando a que Minseok hablara.

-He estado pensando muchísimo en ello, Changmin, pero no voy a regresar contigo. -Dijo, dejándolo totalmente sorprendido -Ahora soy feliz. Tu hermano me trata como una persona, no como una puta; esto es lo que quiero. ¿Quieres fastidiarme la existencia? Hazlo, vamos, no lograrás que llore por ti. Si mi madre me odia por esto, que me odie; si mi padre me odia, que me odie. No volveré contigo. Si fueras el último hombre de este planeta, antes me hacía lesbiana que volver contigo.

-Eres... Eres una...

-¿Puta? ¿Zorra? ¿Perra? ¿Gata? Lo que quieras, pero no harás que vuelva, menos con esa actitud. Tu hermano es cien veces mejor que tú, Changmin, no me extraña que seas la oveja negra de la familia. Espero que madures.

Y, recta, con orgullo, y extremadamente calmada, se marchó, moviendo sus caderas con chulería. Se reunió con sus amigas, habló y rió con ellas, después siguió con las clases y, por último se reunió con Luhan, quien la fue a recoger, para tener una cita los dos juntos.

Minseok aun tenía que contarle todo a Luhan, pero por le momento, iba a disfrutar de una tarde tranquila con él.